La empresa ibicenca Ibiform será de las que dejen huella en la feria HORECA Baleares Ibiza 2023, que se celebra en el Recinto Ferial de Ibiza los próximos días 8, 9 y 10 de marzo.
Ibiform planea sorprender a todos los asistentes con varios robots que, desde luego, llamarán la atención y que prometen revolucionar el mundo de la hostelería.
Son Bella y KettyBot, ambos de la empresa Pudu, mientras que Roobotics ha creado una barra de bar con un brazo robótico capaz de servir cervezas con precisión y que no dejará indiferente a nadie.
“Bella y KettyBot son dos robots pensados para el mundo de la hostelería, restauración y comercio, y que pueden ser una posible solución a la gran escasez de trabajadores en Ibiza y Formentera. “Hacen ganar tiempo y agilidad en las tareas, incrementando la productividad”, explica el empresario Toni Villalonga, propietario de Ibiform.
“Son una ayuda y un refuerzo importante para un restaurante o para un comercio de grandes dimensiones que necesite mucho trajín de bandejas, cajas, etc… Actúan como apoyo para agilizar las tareas y atender a los clientes, pero también como reclamo y atracción”, puntualiza Villalonga.
Los dos robots de Pudu son perfectos para cargar los platos desde la cocina al comedor: quitan carga de trabajo al camarero y evitan la pérdida de tiempo de ir y volver a la cocina, además de reducir el estrés del personal y también el cansancio por la continua carga física de platos y bandejas. Además, permite que el camarero pueda dedicarle más tiempo y atención al cliente, ofreciéndole otros platos del menú o bebidas, etc., incrementando la rentabilidad del establecimiento.
Estos robots, previamente programados, tienen capacidad para atender con precisión y exactitud todas las mesas de un restaurante e incluso pueden interactuar con los clientes, con lo que se convierten en un atractivo más del local.
Bella y Kellybot se manejan con una pantalla táctil frontal desde la que se le puede indicar el itinerario: a dónde tienen que ir, dónde deben pararse, dónde deben dejar la bandeja e incluso se pueden programar para recibir a un cliente en la entrada de un restaurante y acompañarle hasta la mesa.
Bella tiene un simpático diseño felino (responde con bromas si le tocas las orejas) y puede cargar hasta cuarenta kilos. Las bandejas son desmontables y programables de manera individual, de modo que el camarero y el cliente siempre saben cuál es la suya, ya que la seleccionada se ilumina. Tanto ella como Kellybot tienen sensores que les permiten detectar si hay algún obstáculo en su camino, detenerse y esquivarlo.
“Se pueden programar para que hagan un recorrido en una velada tipo cóctel, de modo que pueden llevar aperitivos y copas por la sala, y también es posible que trabajen en una gran superficie, como almacenes para mayoristas, ya que pueden desplazarse en segundos de un punto a otro, recoger, por ejemplo, unas botellas y llevarlas hasta la caja”, relata Villalonga entre las posibles prestaciones.
KettyBot es más pequeño, tiene una capacidad de carga de 30 kilos y la ventaja de tener una pantalla frontal en la que se puede publicitar cualquier producto o servicio: desde los propios del local donde está (como el menú, platos del día) a marcas de bebida que ofrecen, visualizar contenidos externos patrocinados, con lo que es muy fácil amortizar la inversión en el robot.
Ambos robots tienen una autonomía de ocho horas (según el uso) y la batería se carga en cuatro horas. Siempre se puede tener otra batería cargada de recambio para que estén operativos las 24 horas.
Programarlos es muy sencillo y solo necesitan conocer previamente el espacio donde se van a mover mediante un ‘mapeo’ que queda registrado en la nube.
El silencio con el que se desplazan, el hecho de que pueden reproducir música o que es prácticamente imposible que vuelquen, son otras de las ventajas de estos robots.
La caña perfecta la sirve un robot
Además, la oferta de Ibiform en Horeca Ibiza se completa con una barra de bar atendida por un brazo robótico de la marca Roobotics, que es capaz de servir una caña en su punto perfecto de espuma, optimizando la cantidad de líquido del barril.
Además, esta barra móvil está equipada con una pantalla frontal de gran tamaño donde es posible visualizar publicidad, proyectar imágenes de un evento privado o simplemente disfrutar de un partido de fútbol mientras el brazo robótico sirve las cañas más frescas.
En el Recinto Ferial presentarán los primeros robots de este tipo, incluyendo la segunda versión mejorada y evolucionada. “La primera versión solo sirve cervezas mientras que la segunda puede servir otros dos tipos de bebidas frescas”, avanza Villalonga, convencido de que es “un complemento eficiente y divertido para una fiesta, para un local o un hotel”. Funcionan con fichas, para poder disponer de un mayor control del consumo de las bebidas alcohólicas, como por ejemplo evitar que accedan menores a su consumo.
Los robots de Ibiform están a la venta y también disponibles para su alquiler para un evento concreto, una fiesta o una convención, porque, además de dar un servicio, son divertidos y dan un punto diferencial.
Villalonga está convencido de que serán cada vez más comunes, como ya ha sucedido con los teléfonos móviles, los aspiradores inteligentes, los robots de cocina, etc. y que será habitual verlos en establecimientos como grandes almacenes, hoteles, restaurantes y cáterings de Ibiza y Formentera en pocos meses.
En este enlace se pueden consultar las características técnicas de los robots de Ibiform.