El Consell de Ibiza ha presentado hoy el primer reglamento de ‘Simplificación administrativa, agroestancias y alquiler de habitaciones en casas payesas de la isla de Ibiza’. Lo ha hecho con el objetivo de aumentar la competitividad de la economía de Ibiza ante la crisis y, a la vez, «evitar el abandono del paisaje y de nuestro patrimonio», explican en una nota.
El conseller de Gestión del Territorio, Infraestructuras Viarias, Ordenación Turística y Lucha contra el intrusismo, Mariano Juan, ha explicado que «la existencia de procedimientos redundantes en la administración genera problemas como cargas innecesarias y duplicidades» y, con el objetivo de acelerar la recuperación económica de Ibiza, «ahora el Consell tiene que ser un órgano de buen gobierno, y no una traba a la inversión privada». Es por eso que «para incentivar esta inversión se ha apostado para eliminar gastos y cargas innecesarias a la iniciativa de nuestros ciudadanos» con la creación de este reglamento.
Por otro lado, el mismo texto propone «un pacto para la custodia del territorio, según el cual la administración insular compensará a los propietarios que custodien en buenas condiciones el paisaje, el patrimonio y el arraigo de las familias a las tierras, fincas y casas payesas de nuestra isla». Por eso se propone la regulación de las agroestancias y del alquiler turístico de habitaciones en casas payesas, para «convertir el campo de Ibiza en una actividad rentable».
Entrando en materia, el reglamento divide las medidas de supresión y reducción de cargas administrativas en tres grandes bloques: habitabilidad, urbanismo y patrimonio.
En referencia al primero, este reglamento elimina «de facto» las cédulas de primera ocupación y las integra en la licencia municipal de primera ocupación. Además, elimina el certificado municipal de final de obra «que solo servía para pedir las cédulas de primera ocupación», ha explicado el conseller. En cuanto a las cédulas de renovación y carencia, este reglamento reduce a la mitad el plazo de resolución, a solo un mes, y simplifica la documentación a presentar, dejando en manos de colegiados profesionales la certificación de la antigüedad y la habitabilidad de un inmueble que, hasta ahora, tenían que hacer los ayuntamientos. Los consistorios, por el contrario, solo tendrán que certificar que no existen expedientes urbanísticos.
En cuanto a urbanismo, este reglamento elimina la necesidad de licencia previa haciendo un sistema de comunicación previa para rehabilitaciones, reformas, restauraciones y consolidaciones de inmuebles no catalogados que no estén en suelo protegido; agrupaciones de fincas, cierres urbanos, demoliciones de edificaciones en estado de ruina inminentes; dotación a un solar de infraestructuras como aceras o luminaria urbana; instalación de placas fotovoltaicas y estaciones de carga de vehículos eléctricos y obras de conservación y reparación de inmuebles en suelo protegido. El conseller Juan ha remarcado que «a diferencia del decreto de recuperación impulsado por el Govern balear, y que da a las medidas que van en este sentido una vigencia de poco más de un año y que afecta únicamente el suelo urbano, la vocación de este reglamento es que sea permanente, y no transitorio, dando seguridad jurídica a los propietarios y a los profesionales».
Finalmente, el reglamento de simplificación afecta también a los trabajos previos de estudio arqueológico y patrimonial, aceptando que el silencio administrativo de un mes sea positivo (actualmente se tardan 8 meses en resolver estos expedientes), siempre que el expediente no afecte a bienes catalogados como BIC u otras catalogaciones específicas insulares, y siempre que vayan acompañados de un plan de actuación con seguimiento arqueológico.
Por otro lado, el reglamento establece incentivos económicos en suelo rústico como son las agroestancias y el alquiler turístico de casas payesas. El primero afecta al alquiler turístico de habitaciones en viviendas existentes en una explotación agraria preferente en toda clase de suelo, por todo el año con un máximo de seis plazas turísticas en 3 habitaciones. Además, los propietarios se comprometen a cultivar un mínimo de 4 hectáreas continúas o 10 hectáreas discontinúas, tendrán que presentar una memoria anual de conservación de los elementos patrimoniales y de cultivos, y tendrán que incorporar sistemas de almacenamiento de aguas de lluvia. Los jardines solo podrán ser de plantas autóctonas.
Respecto al alquiler turístico de casas payesas, el reglamento permitirá el alquiler de máximo seis plazas turísticas en 3 habitaciones, durante 60 días en el año que pueden ser discontinuos, casas payesas que no estén en suelo rústico protegido. «El PTI actual no nos permite abrir esto a todo tipos de suelo, pero nuestra intención es modificarlo para que sea posible, ya qué es una actuación de impacto cero que no consume suelo, ni recursos, ni afecta al urbanismo y que puede ser muy rentable para quien se quiera dedicar al campo», explica Juan.
Finalmente, el conseller ha explicado que este reglamento es fruto de dos procesos participativos, uno en verano de 2020 y uno a principios de año 2021, en que se ha invitado a los cinco ayuntamientos, 21 asociaciones y la ciudadanía en general a través de registro de entrada y de un formulario que se habilitó en la web del Consell de Ibiza. Además, ha habido una importante implicación de los varios departamentos del Consell. «La intención de pedir la participación de cuanta más gente posible, mejor, es que este Reglamento nace con la voluntad de ser permanente y perdurable, y de dar seguridad jurídica a los propietarios y profesionales que no pueden estar pendientes de los cambios políticos para saber qué normas estarán vigentes o no», ha sentenciado el vicepresidente.