El día 14 de febrero se celebra San Valentín, también conocido como el Día de los enamorados. En esta fecha tan especial, las parejas buscan tener un gesto bonito con sus seres queridos, regalándoles un detalle con el que decir ‘te quiero’. Y el principal protagonista de estos momentos románticos siempre son las flores.
Todas las floristerías de Ibiza centro se encuentran hoy llenas de clientes, esperando pacientemente su turno para poder comprar un ramo de flores a su persona amada. «Este día es una muy buena oportunidad para tener un detalle con tu pareja», comenta un cliente a Noudiari, pero recalcando que «no es único momento que tienes que aprovechar para demostrar tu amor, ya que una relación se basa en la constancia y el esfuerzo; esto es solo un detalle en un largo camino», remarca.
Un elemento a destacar es la variedad de las edades de los clientes en los establecimientos, demostrando que regalar flores es algo atemporal. Un cliente joven lo explica: «He crecido viendo películas románticas y, aunque el precio es algo elevado, creo que siempre es buen momento para regalar flores o cualquier tipo de detalle», dando a entender que el precio puede resultar un impedimento en el momento de decidir qué regalar a tu pareja. Por otra parte, las personas más mayores tienen un prisma diferente: «Creo que nunca está de más regalar un ramo de flores o unos bombones a mi pareja, llevo toda la vida haciéndolo y todavía espero poder hacerlo unos años más», afirmaba entre risas.
Los trabajadores de la tienda Petals Floristería explican: «A pesar de no ser como hace 20 años, las flores siguen siendo un éxito de ventas y más en estos días tan especiales. Llevamos toda la mañana vendiendo y repartiendo productos. Además, la fidelidad de nuestros clientes es impresionante, año tras año vuelven a darnos la oportunidad de ayudarles a celebrar estas fechas tan importantes».
En la otra cara de la moneda, en la Floristeria Decoflor comentan que el corte al tráfico rodado, debido a las obras de reforma de la avenida Isidor Macabich, ha afectado mucho a las ventas: se hace difícil acceder al establecimiento o realizar pedidos, ya que la carga y descarga es una misión casi imposible por la falta de espacio o aparcamiento. La trabajadora, a pesar de ello, sigue confiando en que el día remonte: » Ahora mismo tengo bastante producto para vender, pero al ser primera hora de la mañana todavía tengo tiempo para conseguir arreglar el día», explica.