@LauraFArambarri / En verano, los residentes nativos o mursianus de Ibiza entramos en la lista de invitados de las discotecas si tenemos un buen contacto. No hacemos cola, no pagamos entrada y, con un poco de suerte, hasta te invitan a alguna copa.
¡Qué suerte!, dirían los turistas que cada noche tienen que soltar más de cien euros si quieren entrar en una discoteca y tomarse unos cubatas. Pues no es tanta suerte, porque el resto del año los ibicencos estamos en otras listas con menos glamur: Las listas de espera.
Porque tú, ¿en qué lista de espera estás?
Yo en dos, que casi son tres.
El pasado jueves 9 de enero llamé para una cita de la ITV del coche. Marqué el teléfono, tomé un bolígrafo y me preparé para apuntar la fecha en la agenda. La primera espera fue la telefónica; unos minutos de hilo musical que soporté sosteniendo el teléfono entre la oreja y el hombro, porque mis manos tenían un horario laboral que cumplir.
Una voz muy amable, todo hay que decirlo, puso fecha a la revisión: el 15 de mayo. ¿El 15 de mayo?, repetí con un alarido. El 15 de mayo, me confirmó. Cuatro meses. Para el 15 de mayo ya habrá empezado la temporada y podré celebrar el paso de la ITV en algún nightclub. Pero que me pongan en lista VIP, por favor.
También estoy en lista de espera para hacerme un TAC, un análisis y otras pruebas de control ginecológico. Me apuntaron el 6 de noviembre y todavía no he tenido noticias. Lo fui a comentar al centro de salud. ¡El 6 de noviembre, pero si hace muy poco!, me dijeron. Ah, pues vale. Vamos a por el tercer mes de espera y no hay ni que sorprenderse. Con un poco de suerte me dan cita para el mismo día de la ITV y declaro el 15 de mayo Día Internacional de la Revisión de los Bajos.
Me salvé por los pelos de otra lista de espera, la del empadronamiento, porque regresé a la isla en octubre y a finales de ese mismo mes fui a empadronarme de nuevo en Sant Josep. Me daban cita para diciembre. ¿Cómo? Finalmente se hizo un hueco-milagro y me pude empadronar esa misma semana.
Quedo para tomar un café con una amiga y me dice que está en lista de espera para una prueba médica importante y que la tiene preocupada. Quedo con otra y me dice que no consigue ni estar en lista de espera en la DGT para renovar el carnet de conducir que le robaron. Me dice que no dan citas. ¿Cómo? Lo comprobamos in situ en la web. El mensaje es este: El horario de atención al cliente está completo para los próximos días. Inténtelo más tarde. Pero nunca es lo suficientemente tarde.
La isla entera está en lista de espera. Ya no solo los ciudadanos que la habitan sino la isla en sí misma: En lista de espera para que se construya de una vez la depuradora de Sa Coma; en lista de espera para que reformen de una vez el Museo Arqueológico de Dalt Vila; en lista de espera para que se cubran las plazas de médicos especialistas, con varias vacantes tanto en Ibiza como en Formentera; en lista de espera para que Costas se haga cargo de una vez de la protección real de la costa; en lista de espera para que se ejecute el Parador después de diez años desde que comenzó el proyecto…
Aunque, desde luego lo que necesita Ibiza en la próxima década no es un Parador, sino viviendas donde puedan vivir esos médicos y enfermeras que tanto hacen falta y que contribuirían a reducir las listas de espera más importantes: las quirúrgicas y las médicas.