@Noudiari / Iker Jiménez narró este pasado domingo en su programa semanal de Cuatro, Cuarto Milenio, la experiencia más estremecedora de su vida, y los hechos ocurrieron en Ibiza.
La mujer del futbolista fue al baño de la habitación a beber agua y al mirar por el espejo vio que había una figura sentada en el hueco que ella había dejado en la cama. «Parecía una anciana que llevaba una especie de capirote y una luminaria entre las manos», relató Jiménez sobre lo que le había contado esta mujer.
Después de la cena con esta pareja, Jiménez y Porter volvieron a su casa desde el norte de Ibiza por una carretera de interior, oscura, serpenteante y rodeada de árboles, cuando algo les pasó. «Mientras estábamos hablando de lo que nos habían contado, al girar una curva en la más absoluta negrura, nos encontramos una figura oscura aguardando en un lado de la carretera con una especie de luminaria en la mano, con una especie de capirote», aseguró.
Jiménez afirmó que en aquel momento supo lo que era el miedo sobrenatural. «Nos quedamos sobrecogidos y pensamos que no podía ser. Ni Carmen ni yo tuvimos ninguna duda, era la anciana, ¡llevaba el candil!», narró.
Jiménez pegó un frenazo y cuando estaban al borde del infarto, se fijaron en que detrás de la anciana había otras dos figuras más pequeñas.
La realidad era diferente a lo que creían estar viendo. Al parecer, hubo un apagón en la zona y una mujer que vivía en una casa asilada con sus dos hijas había cogido un candil para ir a otra casa cercana a pedir ayuda. Y como hacía frío, se había echado una manta negra por la cabeza.
«A veces, las sorpresas y los miedos le pueden llevar a uno poco menos que a la tumba y en este caso no había historia sobrenatural», concluyó Jiménez a modo de moraleja.
Ver la anécdota completa en vídeo.
Iker, es un cuenta cuentos muy bueno. O sea, que vive del cuento; un cuentista profesional. Antiguamente, estas personas, se dedicaban a ir de feria en feria, con una serie de historias, que se visualizaban en dibujos, mientras las narraban de forma truculenta, a cambio de unas monedas. Hoy día, esta actividad, se ha dinamizado mucho, gracias a los modernos medios de comunicación. Pero la verdad, es que es increíble, lo bien que les va contando cuentos.
La historia que contaba, tiene una fácil y nada extraña explicación:
Cuenta, que la pareja del futbolista, se levanta por la noche, «con mucha sed». (La sed, es un síntoma de resaca), y va la baño a beber un vaso de agua. Explica también, que a través del espejo del baño, ve una sombra circular, en el sitio que ella ocupa en la cama, y que cuando la mira, se va convirtiendo en la figura de una especie de anciana, sin rostro. Luego, desaparece. La explicación es simple: el alcohol, junto con alguna pastilla para dormir, y algo de estrés, (si se hubiese tomado un somnífero sería por nervios), pueden dar lugar a un conocido fenómeno: sonambulismo. En realidad, la mujer, creía estar despierta, pero soñaba, aunque se levanta y va al baño, está soñando.
A ver: ¿qué es lo más probable, un conocido fenómeno, o que viese un espectro? Naturalmente, yo no sé si bebió y se tomó un hipnótico, pero es plausible. Iker, naturalmente, no inquiere esas cosas. Se queda siempre con lo más fantástico.
Sigue contando, que la mujer, asustada, despierta al hombre, y se ponen a comprobar, que no hay nadie en la casa, y que todo está bien.
El sonambulismo, puede aparecer de improviso. Y si la persona, no ha sufrido antes de episodios, puede interpretar erróneamente la realidad de lo acontecido, pues lo intenta racionalizar dando por hecho, que su mente, no la engaña, de modo ni forma alguna. Lo cual, siempre es un error. Pues lo primero que se tiene que pensar, es si es posible que la mente te esté jugando una mala pasada.
La segunda parte de esta historia, ya es de traca: Iker en la oscuridad de la noche, divisa una figura que le recuerda (por sugestión) a la descrita por la mujer, y se asusta. Luego aclara que había habido un apagón y que la mujer (junto con unos niños, que supone son sus hijos), va ha pedir ayuda a la casa de algún vecino. Pero yo, hasta en eso discrepo. Sólo se me ocurre una razón lógica, por la que alguien abandone la casa payesa cuando hay un apagón: ir a la caseta de contadores, para rearmar el interruptor.
¿Qué gran historia, verdad? Con qué poco, se consigue una gran audiencia televisiva, y unos pingües ingresos en la cuenta corriente. Gran comunicador, Iker; gran cuentista.
jajajajja que pateticos personajillos, de risa para no llorar …iker si conduces no bebas…jajajaja