Los investigadores del Instituto de Aplicaciones Computacionales y Código Comunitario (IAC3) de la Universitat de les Illes Balears (UIB) Rafel Jaume y Joan-René Mérou han contribuido a mejorar la detección de ondas gravitacionales en el observatorio LIGO de Livingston (EE.UU.).
Los dos científicos, que realizan su doctorado, han participado en la identificación y mitigación de perturbaciones que afectaban a las señales y han trabajado en el seguimiento en tiempo real de eventos gravitacionales.
Mérou y Jaume han realizado una estancia de tres meses en el observatorio estadounidense, donde han trabajado junto a la doctora Anamaria Effler y el equipo de caracterización del detector, ha informado este viernes la UIB.
Rafel Jaume se ha especializado en la optimización de los sistemas de adquisición de datos de LIGO, reduciendo errores en la conversión de señales analógicas a digitales y mejorando la calibración del detector, mientras que Joan-René Mérou ha trabajado en la identificación de ruidos persistentes en la instrumentación del observatorio y en el desarrollo de sistemas automatizados para mejorar la seguridad y fiabilidad de las observaciones.
Por otro lado, otro investigador de la universidad de las islas, Joan Llobera-Querol, participó en la detección de un evento excepcional el jueves 6 de febrero a las 22.25 horas, cuando se registró una señal susceptible de provenir de la fusión binaria de, al menos, una estrella de neutrones y otro objeto desconocido a mil millones de años luz de distancia.
El grupo de investigación en Física Gravitacional: Teoría y Práctica (Gravity) de la UIB colabora con LIGO en la detección de ondas gravitacionales, fenómenos observados mediante interferometría láser avanzada que resultan de eventos cósmicos extremos como fusiones de agujeros negros y colisiones de estrellas de neutrones.
EFE