Quienes conocen a Joan Carles Marí (Ibiza, 1990) lo definen como trabajador, humilde, talentoso y comprometido con sus proyectos. Es uno de los baterías más reclamados y cotizados de Ibiza y está involucrado en grupos con una gran proyección nacional e internacional, lo que le hace estar muy presente en la escena actual y le augura un gran futuro.
Reconocido batería de la banda ibicenca Joven Dolores, Marí estará este viernes 28 de abril en Es Nàutic de Sant Antoni con otro de los proyectos más importantes de su carrera, Los Aurora, un sorprendente y electrizante grupo de flamenco-jazz (con bailaor), creado en el Taller de Músics de Barcelona, que suma ya siete años de exitosa trayectoria. Será a las 21 horas, en una de las últimas actividades de las intensas celebraciones del 50 aniversario de Es Nàutic.
Todavía resuenan los ecos del concierto de Joven Dolores y del apoteósico solo de batería que protagonizó en Teatro Ibiza. ¿Está disfrutando de la gira del nuevo disco de la banda, ‘Querido impulso’?
[Ríe] Sí, estamos muy contentos y en plena promoción del tercer disco por la Península. Es muy bonito ver que cada vez sumas más gente en los conciertos. Lo hemos visto en Zaragoza, por ejemplo, donde hemos presentado los discos anteriores. No son likes en una red social, sino personas que acuden al concierto, que repiten, que ves cómo se emocionan y es eso es súper potente. Para un grupo siempre es arriesgado sacar un disco, te pone ante la pared de tus miedos. Por eso estamos disfrutando tanto de los directos y de la buena respuesta.
No es fácil que un grupo funcione a lo largo de los años, que tenga complicidad y perviva. ¿Cuál es la clave?
La parte que más me gusta de estar en un grupo es precisamente esa, la constancia en los años que te permite ver todas las caras de cada uno, conocerse. Para mí, estar en un grupo es una analogía muy bestia con lo que es la vida. Cuando uno duda, es otro el que capitanea y da un paso al frente y, a veces, eres tú el que tira.
Es el batería de Los Aurora y de Joven Dolores y, además, imparte clases y talleres ¿Tiene tiempo para algo más?
[Ríe] Lo cierto es que estoy en unos cuantos proyectos más con los que grabo y también actuamos en directo como el Max Villavecchia Trio, un trío de jazz. Grabamos un disco hace unos años y ahora estamos trabajando para el segundo. Con Claudia Bardagí, que es mi pareja, estamos componiendo material con la intención de grabar un disco y también hacemos actuaciones en directo [Bardagí & Marí Duo]… Además participio en el proyecto personal de Joan Barbé y podía seguir citando unos cuantos proyectos más [ríe].
¿No es una locura?
Cada uno ocupa un espacio mental diferente. No es lo mismo estar en un proyecto en el que estás implicado directamente que en otros en los que no estás en el meollo de las decisiones. Me gusta tener muy claro cuál es mi rol en cada proyecto. ¡No te da la vida para involucrarte igual en todo! [ríe] Además doy clases y organizo talleres de diferente índole aquí en Sant Cugat [vive a caballo entre Sant Cugat e Ibiza]. Y hago lo que se conoce como batería de sesión, que consiste en grabar baterías para proyectos que te necesitan, por ejemplo, para un disco.
Muchas personas del mundillo coinciden en que Joan Carles Marí es el mejor batería de Ibiza. ¿Es el mejor?
[Ríe] Bueno, tendríamos que empezar por definir que es ser el mejor. Lo que he hecho desde el principio es interesarme por muchos estilos y he tenido la suerte de tocar con gente que controla mucho. Al final se te pegan cosas. Aprendes el lenguaje del jazz, del flamenco, del rock, del blues… Te podría nombrar a otros baterías de Ibiza, empezando por Joan Barbé. Es un escándalo. Lo que pasa es que, como toca todos los instrumentos, parece que la batería queda en segundo plano. Pero cualquier batería que lo vea tocar verá que tiene gusto, pegada, ¡que lo tiene todo! Pero si a él le dices esto, te responde: qué va, qué va [ríe] Luego está Andreas Fernández, que es un animal tocando la batería en la onda del jazz o Dani Marín, que está en un montón de proyectos y que, en su momento, fue la persona que me pasaba transcripciones de solos de baterías jazzísticos… No me veo con ninguna potestad para contestar que sí a esta pregunta. Intento sumar en los proyectos en los que estoy.
Lo cierto es que, desde el principio de su carrera, siempre ha transmitido la idea de que esto de la música no es una cuestión de talento sino de trabajo, trabajo y más trabajo…
Leía en una entrevista muy potente al batería de Fito y Fitipaldis que esto es un oficio y no tiene más. Igual que cualquier otro. Si tú haces solos muy potentes pero luego te presentas tarde a los ensayos y vas hablando mierda de los demás vas a durar dos días. La peña que lleva mucho tiempo y a los que les llaman para tocar son personas que no dan problemas, que se va a presentar y no va a estar chismorreando.
La primera entrevista que le hice fue en 2016. Tenía entonces 26 años y ya rechazaba la idea del peso del talento en todo esto.
La parte del talento podría decir que, en mi caso, es cuestionable. Si saco números de las horas que le he dedicado a esto, si las hubiera empleado en otra materia seguramente también podría decir que tengo talento para esa otra materia. Mi inclinación es hacia toda la alquimia que se da en la música. Tiene una parte muy solitaria pero, a la vez, tienes que hacer grupo. Estoy a gusto en este hábitat.
¿Un instrumento tan físico como una batería permite ensayar horas y horas? ¿Cómo es su día a día, cuánto ensaya?
Es algo que ha ido cambiando con el tiempo. Desde los 12 años, cuando comencé a tocar, hasta los 20 años fueron de cuatro a seis horas diarias y llegaron a ser ocho fácilmente. Hoy siento que mi día a día es cien por cien música. Pero hay de todo. Hoy [por el martes, cuando se hizo la entrevista] tengo un ensayo por la mañana y luego cinco horas de clase, de modo que son más de ocho horas sentado en el sillín. Otros días puedo dedicar tres o cuatro horas al estudio y por la tarde estoy con mi hija. Esto va a sonar un poco friki, pero cuando pillo un vuelo o el tren muchas veces llevo los auriculares puestos con el metrónomo y estoy haciendo ejercicios que quiero interiorizar. La batería es ritmo y puedes estar interiorizando una secuencia, sin tener la batería a mano. Luego eso lo pasas al set y ya suena, esa es la buena noticia. No necesitas estar sentado físicamente delante de la batería para estar estudiando. Y así vas sumando horas.
¿Ha logrado vivir de la música?
Sí, vivo de ser músico autónomo… con lo que eso implica y la incertidumbre que genera. Como cualquier otro autónomo. Hay bolos que los cobras dos meses después, pero el alquiler lo tienes que pagar mes a mes. Para poder hacerlo he ido ramificando mi profesión en diferentes microsectores: docencia, batería de sesiones, grupos… Las clases te dan una estabilidad que no te garantizan los bolos y, además, los primeros bolos de las giras suelen ser para cubrir los gastos de grabar el disco, hasta que consigues generar beneficio neto.
Aunque ahora vive en Sant Cugat regresa a menudo a Ibiza, precisamente esta semana para actuar en Es Nàutic con uno de sus proyectos más especiales, Los Aurora*.
Así es. Los Aurora comenzamos en 2016. La formación surgió del Taller de Músics, que es donde estudiábamos entonces. Todo comenzó como un encargo del Auditori de Barcelona, que organizaba un ciclo de homenaje a la figura de Manuel de Falla. Nos sugirieron revisar algunas de sus composiciones. Esa propuesta de flamenco-jazz funcionó tan bien que empezaron a salir bolos por toda Catalunya. Después integramos la figura del bailaor y en 2017 grabamos nuestro primer disco, ‘Aurora’. Nos salió mucho trabajo, incluso internacionalmente. El año pasado sacamos el segundo disco ‘La balsa de la medusa’ (2022).
¿Y qué van a presentar en Es Nàutic?
La gente puede esperar un show muy emocionante, catártico, con momentos super épicos, rockeros y muy arriba y otros momentos súper dulces, frágiles y minimalistas. Jugamos con esos contrastes. En Sant Antoni vamos a presentar un mix del nuevo material con los greatest hits del anterior. Hemos ido puliendo el nuevo show. Estuvimos hace poco en la Bienal de flamenco de Holanda y fue muy bien. Hemos dado con la tecla de lo que funciona. Hay temas que entran más en el corsé del flamenco jazz y otros que se van más al rock, a la electrónica y progresivo. Los Aurora somos todo eso.
En su momento sorprendieron mucho con su propuesta. ¿Siguen provocando esa sorpresa Los Aurora?
A veces todavía resulta chocante explicar que hay un elemento flamenco en nuestro grupo pero que no hay guitarra ni la percusión habitual sino piano, batería, bajo eléctrico, baile y cante… Metemos música carnática de India que nos alucina, metemos algún beat electrónico… pero siempre vigilando bastante no pasarnos de sal ni de azúcar, no pasarnos de rosca.
*Los Aurora son:
Pere Martínez | cante
Max Villavecchia | piano
Javi Garrabella | bajo
Joan Carles Marí | batería
Pol Jiménez | baile