@Noudiari / Sant Jordi de ses Salines celebra este sábado su día grande con una jornada repleta de actividades y en la que no podía faltar, como todos los años, la tradición religiosa, el folclore, el desfile de carros y la buena música, sin olvidar a los libros, los reyes por un día de la fiesta de jordiers y jordieres.
La jornada festiva, que estuvo acompañada por el buen tiempo, arrancó a las 11.00 horas con la misa solemne y la posterior procesión alrededor de la iglesia. Después fue el turno del desfile de carros antiguos y caballos a cargo de la Associació de Carreters de Sant Josep de sa Talaia que, como siempre, llevaban de pasajeros a numerosos niños.
Los menores, mientras tanto, también podían jugar en las diferentes atracciones instaladas en la plaza de la iglesia, mientras que los adultos ojeaban los puestos de libros o, si no estaban en la misa y degustando el vino y las orelletes posteriores, paseaban por el mercadillo de Sant Jordi, también repleto de gente.
Tras el acto religioso y el desfile de carros, era el momento del baile. «La Rioja es una región pequeña, pero rica en folclore», aseguraba el portavoz del Grupo de Danzas de Logroño, que deleitó al numeroso público asistente con varias jotas y pasacalles. Sin olvidar, claro está, el ball pagès del Grup Folklòric Sant Jordi de ses Salines.
Por la tarde y por la noche siguen las celebraciones. A las 21.30 horas está prevista la actuación de Moonshine Band, seguida, a las 23.00 horas, por el folk-rock de Projecte Mut, que pondrá el colofón a las fiestas, mientras que, media hora antes, será el turno del correfocs protagonizado por los Dimonis els Mals Esperits.