@Noudiari / La artista Cristina Ereñú presenta este viernes en Districte Hipérbole (19,30 horas) una nueva exposición con su obra más reciente, 20 piezas de técnica mixta sobre lienzo y tela con la materia y el relieve como denominador común.
En sus últimos trabajos destaca la irrupción de los colores claros. Ereñú deja de lado en esta ocasión la intensidad del rojo y el negro, propios de sus cuadros, para volcarse de lleno en la luminosidad de los tonos más suaves y menos agresivos que exhibe en su último repertorio.
La muestra llega a la Isla tras el paso de la obra de la artista por la galería Charlotte Norberg de París durante el pasado mes de febrero, donde, según apunta Ereñú, sus cuadros tuvieron una gran acogida y eso le abrió la puerta de nuevos proyectos lejos de Ibiza.
«Estoy francamente contenta de la aceptación que tuvo la exposición entre un público exigente como el parisino. Además, a raíz de esta exposición me han salido nuevos espacios donde exponer en otras ciudades europeas como Berlín, entre otras, que me gustaría aprovechar», indica.
Este año se cumplen 23 primaveras desde la primera exposición de Critina Ereñú en Ibiza, quien asegura que ha preparado esta nueva muestra con la misma ilusión que el día de su estreno en la Isla hace ya más de dos décadas.
Ficha de la artista:
Pertenciendo a una familia Aristocrática su abuela materna era una Alteza Real e Imperial Archiduquesa de Austria, Princesa de Bohemia, Rumanía, Hungría y Zagreb. S.R.I. María Antonia Hasburgo-Lorena y Borbón, hija de Leopoldo Salvador de Austría y de Doña Blanca de Borbón, Infanta de España.
Lugar de nacimiento: Buenos Aires (Argentina). Fecha: 7 de enero 1958. Siendo niña se traslada, por motivos familiares, a Palma de Mallorca (Baleares). Allí permanece hasta los dieciocho años, edad en la que marcha a Madrid con el fín de ampliar sus estudios. Comienza la carrera de Derecho y más tarde decide establecer su
residencia en Ibiza.
Es en este lugar donde comienza a desarrollar una vocación tardía que irrumpió en su vida con una fuerza
inusitada, preñada de madurez y coherencia. Desde entonces ha ido desarrollando su estilo, adentrándose en intrincados y arriesgados parajes oníricos. Es ahí donde Cristina se mueve con soltura, aceptando el reto que ella
misma plantea y que no es otro que el dominio del volumen y de las texturas arriesgadas, que la hacen una pintora de fuerte personalidad.
El tesón en el trabajo y el estudio se refleja en sus obras, en las que el equilibrio de formas, contrasta y se integra a un tiempo con la provocación de un colorido que atraviesa la mirada, llegando a despertar los sentidos que, por el tedio de lo visto anteriormente, han quedado adormecidos.