La imagen permite apreciar su potente núcleo, rodeado de los gases que lo envuelven al ser volatilizados por efecto del calor del Sol, así como el arranque de su poderosa cola. Esta última está formada por los gases sublimados del núcleo, que son arrojados lejos del mismo por efecto de los vientos solares.
Además de la fotografía, la AAE ha elaborado una animación en alta resolución que permite observar el movimiento de la cola y las ondulaciones que provoca su naturaleza gaseosa. Del núcleo surgen varios chorros de material, que se distinguen perfectamente en la imagen, y van dejando tras de sí una larga estela que parece ir rotando y describiendo las citadas ondulaciones, antes de diluirse definitivamente en el espacio.
Para elaborar esta animación fueron necesarias 320 imágenes individuales de 90 segundos de exposición cada una, que fueron obtenidas los días 8, 9, 10 y 11 del presente mes de enero con la cámara de alta resolución del TCH. Entonces, el cometa Lovejoy se encontraba a unos 198 millones de kilómetros del Sol y a 70,5 millones de kilómetros de la Tierra.
El astrónomo de la AAE Ignacio de la Cueva, que ha dirigido la captura de las imágenes, destacó que el cometa describe una órbita casi perpendicular al Sistema Solar, pues la inclinación de su trayectoria es de 80º respecto al plano general de los planetas. Su órbita es muy excéntrica, por lo que no regresará a las inmediaciones del Sol hasta dentro de 8.000 años.