EFE / La Fiscalía ha mantenido este viernes la petición de una condena de 11 años de prisión para una mujer por presuntos abusos sexuales a su hijo discapacitado, a pesar de que la víctima se retractó ayer y negó los hechos, algo que la acusadora pública atribuye a que su madre es su única referencia.
En el turno de última palabra, la acusada ha dicho estar «abrumada» por todo lo ocurrido. «Para mí ha sido un dolor inmenso», ha dicho al tribunal.
En 2013, tras un incidente en el que abalanzó sobre una chica y le hizo tocamientos en un parque, durante un fin de semana de visita a su familia y en el que intervino la Policía Local, el afectado, que sufre una discapacidad cognitiva de entre el 33 y 36 %, contó a un educador del centro de acogida en el que residía que su madre le obligaba a mantener relaciones sexuales.
En la primera jornada del juicio celebrada ayer, ella negó los abusos. Su hijo también, y atribuyó su declaración inicial, en la que contó los actos sexuales, a que el educador le obligó y le amenazó con pegarle.
Una psicóloga de la Unidad de Valoración de Abuso Sexual (UVASI) que exploró al menor a raíz de sus revelaciones ha explicado al tribunal que no pudo aplicar las herramientas habituales para valorar la credibilidad porque el menor no aportó un relato libre y espontáneo suficiente para poder hacerlo, por sus dificultades para mantener una conversación continua debido a la minusvalía.
La especialista ha precisado sin embargo que el menor sí manifestó los presuntos abusos sexuales por parte de su madre, a base de pregunta-respuesta, y dio detalles como que ella se ponía encima de él, puso otros dos ejemplos del tipo de abuso y aclaró que utilizaban un preservativo para no tener hijos.
La perito ha contado que descartó que el menor hubiera sido influido o manipulado porque era escueto en sus respuestas, las mantenía a pesar del tiempo transcurrido desde la primera revelación hasta sus entrevistas de valoración y eran «respuestas sin adorno, consistentes con lo manifestado anteriormente». Ha subrayado además que el menor no conseguía ningún beneficio con su relato.
Sobre el hecho de que ayer negara los hechos, la perito ha indicado que el hecho de que ahora resida con su madre es «un factor de peso» por su vinculación y por ser una referencia importante para él.
La fiscal ha mantenido la petición de una condena de 11 años de prisión para la mujer por abusos sexuales continuados así como que se prive de la patria potestad y se le prohíba comunicarse ni acercarse a menos de medio kilómetro de su hijo durante 15 años.
Reclama además que sea condenada a libertad vigilada durante otros 10 años tras el cumplimiento de la condena y a participar en un programa de educación sexual, y que indemnice a su hijo con 6.000 euros por daños morales.
Según la fiscal, el relato de ayer del menor negando los hechos quedaría desvirtuado por el hecho de que resida con su madre que es «la única referencia que tiene». La fiscal cree que los abusos ocurrieron porque hasta que el menor los contó en 2013 su conducta había sido normal y porque, según los educadores, no presenta capacidad de fabulación, le costaba hablar y no era una persona dada a la fantasía.
La defensa ha pedido la absolución y ha cuestionado el relato inicial del menor sobre los abusos, que ha dicho que se produjo en un contexto en el que se habían suspendido sus salidas del centro de acogida y las visitas a su familia, algo que «suponía un verdadero trauma», y ante lo cual se le dijo que si hablaba se resolvería dicho problema.
«A un menor con minusvalía y deseos de volver con su familia, le ofrecen cuál es la salida, por eso se decidió a explicar lo que el otro quería escuchar», ha dicho el defensor, que ha pedido la absolución.