NouDiari / Stève Stievenart ha sido, por el momento, el único nadador francés en completar la doble travesía del canal de la Mancha, descansando solo 4 minutos en la costa francesa y con un traje de baño, un gorro y unas gafas como único equipamiento.
Hace cuatro años, una crisis sentimental le llevó a convertir el mar en su medio como una manera de superarse. Se ha convertido en un gran divulgador de la excelencia de los deportes y la lucha por la protección del medio ambiente entre niños y jóvenes.
Estos días, visita y se entrena en Ibiza, y aprovecha, además, para concienciar a los niños y jóvenes del Liceo Francés de Ibiza, según informa la institución en un comunicado.
La actividad de su fundación, Stop Plastic Pollution Foundation, se basa en cuatro pilares: sensibilización medioambiental, investigación científica, retos deportivos relacionados con el mar y creación de obras e instalaciones artísticas.
“El deporte sin duda requiere un estilo de vida saludable, pero para cualquier proyecto que emprendas necesitas bienestar, equilibrio, estabilidad y siempre tener la fuerza para levantarte cuando te caes, igual que en la vida. En los retos extremos llega ese momento en el que la fuerza mental debe primar sobre la física, creo que son buenas enseñanzas para los jóvenes”, ha señalado el nadador a los alumnos del Liceo.
Steve ‘la foca‘
Un dato realmente llamativo es que para cruzar el Canal de la Mancha, es decir, para estar 34 horas 45 minutos nadando con solo 4 minutos de descanso en la costa francesa antes de volver a Inglaterra, el nadador tuvo que engordar cerca de 40 kilos.
Cogió pesó comiendo solo pescado, intentando que la grasa se le acumulase en el tronco para soportar las bajas temperaturas del mar. Stève consume cantidades impresionantes de pescado graso, una dieta elaborada con la ayuda de una nutricionista e inspirada directamente en la de los animales marinos. De ahí el sobrenombre de ‘la foca humana’.
«Es un combustible y un aislante y durante mi largo viaje aprovecho estas reservas como lo hace una ballena o una foca, es el mismo proceso ”. En la consecución del reto adelgazó 10 kilos.
“Durante las casi 35 horas que estuve nadando aproveché el tiempo para trabajar y pensar. Avancé en mis esculturas uniendo y desarmando mentalmente las obras, analizaba un nuevo proyecto para Stop Plastic Pollution, bebía té cada 30 minutos. Al ir hacia Francia pensaba que solo era el calentamiento, la vuelta fue la consecución del reto. Lo que mucha gente no sabe es que en el agua la noción de tiempo no es la misma que en la tierra. Pasa el doble de rápido. Cuando entro en conexión con el mar; soy uno con el elemento”, ha relatado a los alumnos y alumnas.
Esta gran experiencia, que ha compartido con los alumnos del Liceo Francés de Ibiza durante toda una jornada, ha servido para que tomen conciencia de dos cosas fundamentales: «La protección del medioambiente y la importancia de superar adversidades a través del deporte y la vida saludable», destacan desde el Liceo.
El próximo desafío de Stève es la travesía de las aguas heladas del lago Baikal en Rusia en julio de 2021.