Luciana Aversa / La Pasarela de Moda de Formentera sigue sumando valores a este desfile que cada año inaugura el paradisíaco verano de la isla. En esta edición, a los conceptos de reciclaje, artesanía y slow fashion que la caracterizan, se añade un mensaje de inclusión e igualdad de oportunidades con la participación en el desfile de modelos diversamente hábiles de la asociación Diver Gent.
Así, hasta nueve chicos y chicas de diferentes edades de esta agrupación se integrarán en el desfile para mostrar las creaciones de algunos de los 20 diseñadores y diseñadoras que subirán sus colecciones a la pasarela este viernes a partir de las 22.00 horas en el pueblo de Es Pujols.
Otro grupo de seis o siete jóvenes trabajarán en la puesta a punto del evento organizado por el Consell de Formentera en colaboración con la Pequeña y Mediana Empresa (Pimef) de la pitiusa menor.
La cita con la moda de uno de los rincones más bellos del Mediterráneo llega a su decimoquinta edición bajo el lema «Tonalitats» (tonalidades) para lucir nuevamente las creaciones en ropa, calzado y joyería diseñadas, inspiradas y, en muchos de los casos, producidas de forma artesanal en la propia isla.
Esta plataforma de promoción para los productores y creadores locales servirá también para impulsar la asociación que trabaja por la inclusión de las personas diversamente hábiles. Esta agrupación, pensada hace años, pero creada hace sólo cuatro meses por profesionales de la sanidad, terapeutas y algún profesor, busca apoyar a las familias de la isla y evitar que tengan que coger la barca y cruzar a la vecina Ibiza para encontrar asesoramiento o ayuda.
Según explica la vicepresidenta de Diver Gent, la logopeda Cintia Llaquet, terapeuta de la Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Ibiza y Formentera (Apneef), si bien hay servicios y terapias para edades tempranas para ayudar a las personas diversamente hábiles, es muy difícil encontrar formación o trabajo para ellas cuando llegan a la juventud o a la edad adulta.
Por ello, además de estar cerca de las familias de la isla, su primer “proyecto salvaje” es hacer realidad su derecho a formarse y a tener un trabajo. “Y paralelamente estamos haciendo campañas de divulgación para que todo el mundo nos conozca. Y qué mejor campaña que meternos en la pasarela de moda”, destaca Llaquet.
Entre los diseñadores y diseñadoras que vestirán a estos niños, niñas y jóvenes de la asociación, hay creadores que desfilan por primera vez y otros que incluso regresan a la pasarela después de años de ausencia.
Este último es el caso de Jesús Costa, que vuelve al desfile de la mano de su sobrina, Laia Córdoba Costa, encargada de organizar la participación de la firma Costa Formentera, que tiene como sellos de identidad el estilo casual, los tejidos cómodos, 100 % orgánicos y de muy alta calidad.
“Cuando supe en la reunión que esta pasarela iba a ser en colaboración con Diver Gent me pareció un acto de igualdad”, explica Córdoba, que además de llevar las tiendas física y ‘on line’ de la firma de moda, es maestra y ella misma desfilaba con la ropa de su tío en la pasarela de Formentera cuando tenía cinco años junto a las modelos.
“No la vivo como una gran pasarela sino como algo de Formentera, que se hace con la gente de aquí. Es bonito que estemos realmente involucrados y que no lo vivamos como algo de alto standing, ni pretendamos que esto sea la Cibeles, ni nada de eso, que lo vivamos desde un punto más humilde, más cercano”, afirma la joven.
Entre las creadoras que se suben a la pasarela por primera vez están Elisa Ambrogetti, de la firma El Ikigai Design, y Fabiana Schulz, de Coser y Cantar.
Ambrogetti, autodidacta del diseño durante la pandemia, llena de color sus diseños con pañuelos de bandana cosidos al estilo patchwork. “Todas las piezas que yo coso son únicas y esto le añade al producto un valor agregado porque quiero darle a mis clientes unicidad y que sean exclusivos”, explica.
Schulz, que también es fotógrafa y se ha dedicado a la música, recicla textiles utilizando “sábanas, manteles, cortinas, servilletas, pañuelos y diferentes tejidos que antes tenían otro uso” para transformarlos en “divertidos vestidos» que se adaptan “a todos los cuerpos”, detalla.
Más experiencia en la pasarela tiene la diseñadora de la firma de ropa Molly Malone y de las alpargatas Es Pelegrí, Patricia Creus, que cambió la antropología por la moda. En su caso, las creaciones inspiradas en Formentera las materializa en centros de producción de Barcelona, Turquía o India, o con mujeres de pueblos de La Rioja, en el caso de las alpargatas.
“Hago colecciones cápsula así que no produzco mucha cantidad y cada año hago tejidos artesanales, de otras tradiciones culturales y los combino con tejidos orgánicos y con materiales rústicos. El resultado son prendas exclusivas y hechas con mucho cariño y muy especiales”, señala la creadora.
Otro diseñador, esta vez de joyas, que en esta edición subirá por octavo año a la pasarela es el joyero Ur Calvet, de la firma que lleva su nombre.
«Tonalitats», el lema del desfile, al que llama su “exposición efímera de cinco minutos”, se ajusta perfectamente con los metales con los que trabaja, como el bronce y la plata de ley, y también las oxidaciones con las que siempre busca “el color del agua de Formentera”.
Calvet aplaude la participación de Diver Gent y que en esta edición a las modelos participantes se sumen modelos masculinos porque su joyería “no tiene género” ni tampoco edad, y también busca la inclusión de todas las personas en igualdad de oportunidades, como el mensaje que lanzará este año la Pasarela de Formentera.
EFE