@LauraFArambarri / ¿Existieron de verdad? ¿Dónde estaban? ¿Llegó a vivir alguien en ellas? Estas son algunas de las preguntas que se hacen quienes han descubierto las casas ovni de Cala Martina gracias a una página de Facebook donde se pueden encontrar auténticas joyas de la historia de Ibiza y Formentera.
Para aclarar todas las dudas sobre las casas ovni hablamos con Taía Méndez Roca, la hija de Antonio Méndez y María José Roca, propietarios de uno de los ‘ovnis’ y con la sobrina nieta del constructor, Ángeles Blanes Noguera, conocida como dj Lost Angeles.
Taía Méndez se ha emocionado al ver publicadas las imágenes de las casas y al leer los comentarios de quienes las conocieron e incluso llegaron a tratar a su familia durante los años que vivieron allí.
«Para mí fue una época maravillosa en mi vida, una infancia mágica, con unos padres maravillosos con los que vivíamos de una manera excepcional. Sin duda mi padre era una persona excepcional», relata Taía Méndez, a la que se le rompe el corazón al pensar que esa casa de ensueño ya no está allí. «Esos recuerdos irán siempre conmigo», subraya.
«Las casas se construyeron a finales de los 70 y se tiraron en el año 87 o en el 88, no sé exactamente el motivo, pero hicieron una urbanización allí», explica la mujer, que nació en 1980 y vivió los primeros años de su vida en un platillo volante junto al mar en Santa Eulària.
Ella ha compartido en Facebook una imagen en la que no solo se ve la casa con forma de ovni, sino que, delante de ella, posa su padre subido en un vehículo anfibio que tanto iba por carretera como por mar.
«Eran unos avanzados a su tiempo», comentan quienes les conocieron.
La locura de un emprendedor ibicenco
Por su parte, Ángeles Blanes Noguera, sobrina nieta de Antonio Noguera Marí, el constructor de las dos casas ovni, explica cómo llevó a cabo el proyecto un hombre «que era todo un personaje». Uno de esos emprendedores que vemos en las películas, de los que se meten en mil proyectos y casi siempre acaban arruinados.
«Antonio Noguera, hermano de mi abuelo Juan, se fue a Argelia a hacer fortuna y allí se asoció con un señor mexicano con el que construía edificios de 20 plantas. Normalmente él era el que tenía las ideas y se asociaba con alguien que pusiera el capital», explica Blanes Noguera.
«Tuvo que salir huyendo del país al final de la guerra de la independencia de Argelia y lo hizo en un velero con toda la familia, en el que navegó hasta Alicante», añade su sobrino-nieta, fascinada ella misma por la historia de su antepasado.
Regresó después a su Ibiza natal (era de Sant Carles), donde puso en marcha los hoteles Pinomar y Ereso, que no le fueron bien y que, con el tiempo, acabó vendiendo.
Fue entonces cuando compró el terreno de Cala Martina, donde ahora está el restaurante Sa Trenka. «Entonces se asoció con un señor de Murcia, el padre de Taía Méndez Roca y con su madre, que era decoradora, y construyeron las dos casas con forma de ovni, que no solo tenían las últimas innovaciones tecnológicas del momento sino que presentaban detalles increíbles como griferías de oro», relata.
«Se subía por una escalera porque no estaban sobre el suelo sino elevados», añade la pariente del constructor, que asegura que el otro ovni no se vendió. «Eran muy bonitos pero demasiado avanzados para la época y no tuvieron comprador», relata Ángeles Blanes Noguera, que llegó a conocer a su tío abuelo, al que recuerda como «todo un dandy».
Hay quien piensa que son horribles y quien lamenta que ya no estén donde están, pero en todo caso no dejan de ser una curiosidad de la increíble Ibiza de los años 70.
Yo tengo una foto (de una postal) y aparecen las casas.
Me acuerdo perfectamente de ellas.