La campaña de retirada de fondeos ilegales no autorizados del litoral de Sant Antoni finalizó ayer con la retirada de 80 toneladas de elementos no autorizados que se encontraban en el fondo marino para el fondeo de embarcaciones.
Con estos trabajos, que se iniciaron el pasado lunes 10 de mayo y que se han llevado a cabo desde la playa de s’Arenal hasta la zona de Caló des Moro, han extraído un centenar de estructuras de hormigón, elementos metálicos y neumáticos. En la parte de la bahía también se han retirado tres embarcaciones hundidas con esloras comprendidas entre los cinco y diez metros, una de ellas en la que su parte mecánica se estaba usando como fondeos ilegales.
La actuación conjunta se ha coordinado entre diferentes instituciones y organismos con la colaboración del departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sant Antoni, Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), Capitanía Marítima, Ports de les Illes Balears, Club Nàutic de Sant Antoni, empresas de trabajo submarino y la empresa Ca na Negreta como gestor de residuos.
El objetivo de esta actuación es preservar las praderas de posidonia de esta zona, facilitar el tráfico de la actividad profesional de transporte de pasajeros y luchar contra la oferta ilegal que había proliferado en los últimos años.
Desde el Ayuntamiento de Sant Antoni han destacado la importancia de dar opciones a los usuarios de embarcaciones de pequeña y mediana eslora para cubrir la demanda existente garantizando la mínima afección al fondo marino.
En este sentido, han recordado que siguen esperando la autorización de Demarcación de Costas, administración competente del dominio público marítimo-terrestre, para instalar un campo de boyas ecológicas en la zona de Cala Salada para que las embarcaciones puedan acceder sin dañar las praderas de posidonia, así como la instalación de una rampa de acceso al mar en la Punta de Cala Gració ante la necesidad urgente de infraestructuras apropiadas para la botadura y varada de embarcaciones.