Placa conmemorativa de la inauguración de las Viviendas Protegidas de la ciudad de Eivissa destruida. La mirada a esta placa hecha añicos me lleva a recordar las que fueron las primeras viviendas de este tipo que se construyeron en la isla, en 1954, y que, gracias a ellas, 92 familias de la ciudad tuvieron unas casas en mejores condiciones que las que habitaban anteriormente.
Hablamos de mediados de la década de 1950, de la Ibiza preturística. Las nuevas casas eran minúsculas, de tabiques delgados pero con cocina económica, water y ducha, un lujo para la época, pues en las casas de la ciudad las cocinas funcionaban a base de carbón vegetal y no tenían duchas ni waters. Los “lujos” sanitarios iban por barrios. Orinales y cubos eran los utensilios más habituales en las casas de Dalt Vila y la Peña; una letrina para todos los vecinos de una escalera, situada en el portal de entrada o en una caseta construida en un balcón comunitario, para las casas de la Marina; letrinas individuales en los pisos de la zona de Vara de Rey.
Debajo del Rastrillo, el Ayuntamiento había instalado unas duchas públicas, al igual que al final de la calle Pedrera del barrio de la Peña. En muchas calles de Dalt Vila, la Peña y en algunas de las calles de la Marina más cercanas a la Peña, había canaletas al aire libre en mitad de la calle para recoger los desperdicios humanos y llevarlos cuesta abajo al alcantarillado que iba a dar al Puerto de Ibiza. Muchos chascarrillos se hicieron sobre el particular a la llegada de los buques correos en el momento de echar el ancla. Uno de los más sonados era aquel que contaba que el capitán del barco no sabía a qué puerto había llegado y un marino, al echar el ancla, grito: “Merda”. El capitán contesto: “Ja hem arribat al port d’Eivissa”.
Anecdotario aparte, la inauguración de las 92 viviendas protegidas, se llevó a cabo al mediodía del día 9 de octubre de 1955, ante un gentío enorme que asistió a la llegada y a todos los actos en la que estaba prevista la asistencia del dictador Francisco Franco.
La ciudad debía engalanarse para lucir una buena cara para recibir al Jefe del Estado y el Ayuntamiento levantó dos arcos de triunfo de yeso, con toda la parafernalia del momento para glorificar al personaje. Uno de los arcos se instaló a la altura de la calle de Bartolomé Ramón y Tur, frente a uno de los lados del Hotel Ibiza, actual Montesol; el otro a la entrada de la avenida Isidor Macabich, junto a los dos nuevos bloques de viviendas, construidos a las afueras del núcleo urbano de la época.
El dictador, llegado al puerto de Ibiza a las 9 de la mañana, para asistir a la coronación canónica de nuestra patrona, la Virgen de las Nieves, aprovechó el viaje para inaugurar las viviendas y entregar las llaves a sus nuevos propietarios de la clase trabajadora y que tenían mejores condiciones para haberse vistos agraciados con el reparto, según sus necesidades económicas y familiares. A mediodía, Franco hacía su entrada triunfal a la avenida Isidoro Macabich, asistía a la bendición de las viviendas y procedía a subir a un estrado para entregar las llaves a los propietarios de la nuevas viviendas promovidas por el Estado.
El resto del día fue la comida oficial en el Hotel Ibiza y la coronación canónica de nuestra patrona, la Virgen de las Nieves, en el paseo de Vara de Rey a las 5 de la tarde.
Por Juan Antonio Torres
I tant que si!
Cal recordar per SEMPRE més que a Espanya vam patir una severa dictadura encapçalada per un fill de **** genocida. Recordar-ho és l’única manera que això no es torni a repetir malgrat pp’s i cd’s!