@C. V. / Vicent Marí (Eivissa, 1972) abandona el blanco y negro y opta por el color. Esa es una novedad. También elige trabajar en el estudio en vez de en escenarios naturales. Otra novedad más. Sin embargo, lo que sigue igual, lo que es siempre lo mismo, es el tema de sus retratos: la mujer y el desnudo. En eso no cambia el fotógrafo ibicenco, que este jueves por la noche inauguró en el Hotel Pachá su nueva exposición bajo el título de ‘2013’.
La muestra cuenta con trece imágenes, trece desnudos que insinúan más de lo que enseñan. Hay una mujer que se baña en nubes de azúcar. Otra que camina únicamente ataviada con unos zapatos de tacón sobre un fondo blanco. Otra se muestra provocativa, metiendo la mano en unos ajustados vaqueros cortos. En otras tres fotografías, las únicas en blanco y negro, las mujeres aparecen envueltas en una bruma de harina. En varias sólo se muestra a la modelo de cintura para abajo. Hay imágenes para todos los gustos.
Eso sí, no son para todos los bolsillos. «El precio de las fotografías está en torno a los 1.000 euros», asegura Marí, que posa orgulloso delante de dos de sus obras. Las imágenes, en reproducciones de metacrilato de gran formato, parecen haberse contagiado del ambiente de lujo que se respira en el Hotel Pachá y, ciertamente, no desentonan entre los muebles de diseño y el carácter selecto de la sala. «Son maravillosas», asegura uno de los clientes del establecimiento de las dos cerezas, quizá un futuro comprador.
Mucha gente acude a la exposición. Algunos son huéspedes del hotel. Otros, un gran número, son compañeros de trabajo y de fatigas de Marí, que lleva casi 25 años en el mundo de la fotografía periodística. La inauguración se prolonga por espacio de dos horas, desde las nueve hasta las once. Durante once días, hasta el próximo domingo 23 de junio, la exposición permanecerá abierta. Sin duda, merece la pena.