En lo referente a los temas de los expedientes de la Oficina Anticorrupción de les Illes Balears (OAB) que figuran en la Memoria de 2021 del organismo, la misma ley que regula este ente (16/2016, de 9 de diciembre, de creación de la Oficina de Prevención y Lucha contra la Corrupción en las Islas Baleares) garantiza la confidencialidad de las investigaciones y de los expedientes iniciados y el Ayuntamiento también está obligado a guardar dicha confidencialidad.
La Memoria de la OIB (disponible en la web www.oaib.es, en la sección de ‘Transparencia’, apartado ‘Memorias e Informes’) refleja en su página 60 que “a fecha de redacción de la memoria 2021, se ha emitido informe razonado y notificado a las administraciones interesadas, concluyendo el procedimiento de actuaciones de investigación”. Como es público y notorio, no se ha abierto investigación penal alguna contra el Consistorio por estos casos, como sería lógico en caso de que sospechasen actuaciones como las que suponían los denunciantes en sus escritos. Además, en las consideraciones de dicho informe de la OAB no se menciona en ningún momento que se aprecien actuaciones referentes a conflicto de interés, tráfico de influencias, trato de favor, prevaricación urbanística o concentración de la contratación, tal y como afirmaban los denunciantes.
Después de contestar debidamente a la ingente cantidad de información requerida (con un uso extenso de recursos públicos por parte de este Ayuntamiento para hacer estas contestaciones), hace semanas que llegó este informe motivado en que se nos comunica la finalización de los procedimientos de la Oficina sin que en sus consideraciones finales se haga mención, en ningún momento, de actuaciones por parte del Ayuntamiento calificadas en los términos usados en las denuncias. Recordemos que las denuncias son a instancia de partes interesadas en los procesos (en ocasiones, disputas entre particulares en las que se trata de involucrar a esta administración) y no suponen que sean verdad las acusaciones.
Respecto a la gestión de espacios culturales, se trata de una cuestión que en 2019 se empezó a estudiar pero que, debido a la pandemia y a la necesidad de centrarse en la gestión de contratos de más importancia y mayor impacto en la vida de los ciudadanos como el de Gestión de Residuos, Servicio de Atención a Domicilio o Parques y Jardines, no se pudo completar su revisión, encontrándose actualmente en situación de prórroga. Además, el coronavirus ha obligado a centrar recursos en gestión de ayudas como las de autónomos y las de vivienda, ambas aprobadas por unanimidad en pleno y que fueron las partidas más elevadas de los Ayuntamientos de la isla.
En estos momentos se está estudiando la opción que mejor responde a las necesidades del Consistorio, bien sea una gestión directa de parte del personal o de licitación del conjunto de gestión. Mientras tanto, los espacios culturales siguen ofreciendo servicio con una programación, amplia, variada y que permite tanto la llegada de espectáculos nacionales de gran proyección como de propuestas de artistas locales que precisan de escenarios para demostrar su valía.
Por último, destacar que se han tramitado conforme a la ley todas las peticiones de información realizadas por el grupo socialista en el Ayuntamiento, sobre este asunto como sobre cualquier otro.