@Noudiari / La Oficina Balear de la Infancia y adolescencia manifiesta su preocupación por la falta de claridad en la visión de cómo proteger el bienestar de los niños y adolescentes en medio de la crisis del Covid-19 que muestra el Gobierno del Estado Español. Las manifestaciones de la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, tras el Consejo de Ministros de ayer 21 de abril sobre la salida del menores de 14 años únicamente para acompañar a sus padres en el supermercado, la farmacia o el banco supuso un disgusto pera las expectativas de las familias, profesionales y menores de poder salir fuera de la casa, respirar aire puro, y sentir la libertad fuera de las cuatro paredes.
Ayer noche, después de esta manifestación de Montero, se produjo tal alud de protestas -tanto de ciudadanas como de sociedades profesionales y científicas- que supuso una rectificación a las pocas horas del Ministro de Sanidad Salvador Illa. «Él reconoció que habían escuchado todas las partes y que rectificaron. Este paso debe valorarse positivamente», explican desde la OBIA.
En este primer mes de confinamiento, «queremos manifestar que los niños y adolescentes han dado a toda la sociedad un verdadero ejemplo de responsabilidad, comprensión, aceptación y madurez como colectivo que ha sorprendido al mundo adulto. También sabemos que para los menores una situación continuada de falta de movilidad, de cierre, de incertidumbre y angustia por el temor de enfermarse produce un estado emocional de ansiedad, intranquilidad, tristeza e inquietud que los inestabiliza, irrita y pone en marcha una sintomatología emocional, conductual y somática que socava y compromete su salud integral y su bienestar. Debemos pensar además que el número de menores que pertenecen a hogares vulnerables que viven en situaciones de precariedad, falta de espacio y compartidos con otras familias es bastante importante», añaden.
Por tanto, desde OBIA asumen que «no se puede prolongar más este suplicio para nuestros niños y, tal como han hecho otros países de nuestro entorno con situaciones similares a la nuestra sobre la dimensión y evolución de la pandemia del Covid-19, hay que poner la integridad física y emocional y la salud mental de los niños y adolescentes como prioridad nuclear e incuestionable de toda la sociedad y de las autoridades en esta crisis». Destacan que no se ha hecho gala hasta ahora de mucha sensibilidad, ni imaginación por parte del Gobierno Central para garantizar el bienestar de los más pequeños en el tratamiento de este confinamiento, ofreciendo soluciones razonables compatibles con la necesaria seguridad para los menores. «Pasado el tiempo, cuando se empiecen a evaluar las secuelas y efectos que este confinamiento han tenido en nuestros menores, veremos la facutra que han pagado en su salud integral y que hemos cometido errores importantes que se podrían haber resuelto de otra manera».
Para OBIA puede ser comprensible que el Gobierno Central, ante una emergencia sanitaria como esta y la responsabilidad en su gestión, «haya optado por poner la seguridad y la salud general como la prioridad absoluta sacrificando el resto de intereses y situaciones particulares de diferentes colectivos, entre otros los menores». Señalan que no saben muy bien si dentro del cuadro de expertos que han asesorado al Gobierno en sus decisiones hay especialistas en infancia y adolescencia para poder también poner sobre la mesa la necesidad de tener una perspectiva de infancia y de sus derechos en la gestión de la crisis. «Parece que ha faltado esta perspectiva desde un primer momento», apuntan.
«Como instituciones y sociedad de nuestra comunidad balear debemos poder prepararnos para abordar las secuelas y la factura que esta crisis producirá, sin dudas, en nuestros niños, niñas y adolescentes y que se manifestará con posterioridad. Requerirá de todos un esfuerzo especial para aportar comprensión, actitud de escucha, acompañamiento, paciencia, empatía y soluciones curativas por parte del mundo adulto hacia nuestros menores», destacan.
Desde la OBIA animan al Gobierno central a que sea un poco más valiente y ambicioso y que posibilite y tenga en cuenta a la hora de concretar los criterios que regularán las salidas de casa de los menores el próximo domingo 26 de abril, las diferentes recomendaciones que en este sentido han hecho múltiples sociedades profesionales y científicas, las asociaciones de padres y madres, El Defensor del Pueblo y otros defensores autonómicos, Unicef, Save de Children, La Plataforma de Entidades de Infancia, colegios profesional y otras tantas voces nacionales. «Los niños han de recibir aire, sol, luz, expandirse. No los podemos atar por más tiempo en su casa», finalizan.