La ola de calor que sufre casi todo el país tras la entrada de una masa de aire cálido del Sáhara, deja en su octavo día máximas superiores a los 40 grados en diversos puntos de España, con restricciones ante el riesgo elevado de incendios y de impactos sobre la salud.
El fenómeno, ocasionado por una depresión aislada en niveles altos (DANA) al oeste de la Península Ibérica y un anticiclón situado cerca de Irlanda, ha puesto este domingo a tres comunidades autónomas en alerta roja por «riesgo extremo» de calor y a otras diez en aviso naranja por «riesgo importante».
Este fin de semana las temperaturas en casi todo el país han rondado los 40ºC y para este domingo la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) pronostica que se llegue a los 43 ºC en diversos puntos de Cáceres y de Badajoz.
Algunas zonas calificadas como de «riesgo extremo» llegarán previsiblemente a los 42ºC, según la Aemet, que ha dado la voz de alarma especialmente sobre las regiones que atraviesa la ribera del Ebro en La Rioja, Navarra y la provincia de Zaragoza.
Según ha avanzado a EFE esta entidad, los especialistas prevén que la ola de calor tenga un breve alivio durante el martes, si bien es probable que el miércoles arranque una nueva subida en las temperaturas, con la potencial continuación de este episodio que ya se considera «largo».
Calor extremo
Ante el peligro de sufrir un golpe de calor, Protección Civil aconseja hidratarse con frecuencia, llevar ropa clara y que cubra en lo posible cuerpo y cabeza, minimizar la exposición al sol, habitar espacios bien ventilados, comer ligero y alimentos ricos en agua y sales minerales (como frutas y hortalizas, por ejemplo), y evitar beber alcohol.
En la Comunitad Valenciana, donde las máximas han rondado los 40 grados centígrados, la Generalitat ha declarado este domingo el nivel de alerta sanitaria por el calor alto y extremo en municipios de veintiocho comarcas de las tres provincias valencianas.
En Cataluña, donde se ha llegado a los 41,4 grados, el Departamento de Acción Climática de la Generalitat ha advertido del riesgo de niveles elevados de ozono troposférico -disparados por la alta radiación solar- en zonas de Cataluña Central, Vic, Maresme, Vallès, Baix Llobregat y Barcelona, y ha pedido precaución a las personas más vulnerables ante este contaminante atmosférico.
Además, el viernes se cerraron en esta comunidad los accesos a los macizos de Montgrí, Albera, Montsec d’Ares, Montsec de Rubies, Gabarres, Montserrat, Baronía de Rialp, Cap de Creus y Sant Llorenç del Munt i l’Obac, frente a la amenaza de incendios forestales.
Por el mismo motivo, la Diputación de Barcelona también ha restringido el acceso al parque natural de Sant Llorenç del Munt i L’Obac, a la Serra de Collserola, Cordillera Litoral, Cordillera de Marina, al parque del Garraf, al de Olèrdola, al del Foix y a una parte del ámbito del parque natural del Montseny.
El calor extremo no sólo aumenta la preocupación por la propagación de incendios sino que también lo hace por la menor disponibilidad hídrica -con los embalses esta semana al 44,4 % de su capacidad total- y por las especies de fauna y flora que se ven afectadas por las temperaturas inusualmente altas.
Por ejemplo, en Castilla-La Mancha, la Red de Vencejos de Toledo ha alertado del peligro que supone la ola de calor para los polluelos de esta ave que realiza todo su ciclo vital -salvo la cría- en el aire.
Según esta plataforma -creada conjuntamente por el Centro de Recuperación de la Provincia de Toledo (CERI), la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha- las olas de calor provocan la caída de polluelos de los nidos, y éstos, al no ser rescatados por sus progenitores, pueden morir.
EFE