La Ibiza Media Maratón 2025 ha hecho historia esta fin de semana con una participación récord de 3.600 personas inscritas, más del doble de la asistencia del año pasado, que contó con 1.600 participantes. El dato refleja el auge imparable del running entre la población, tanto a nivel profesional como de aficionados. Sin embargo, el éxito de esta práctica también obliga a plantearse lo que ocurre cuando se desatienden los mensajes del cuerpo por alcanzar unas metas, para algunos excesivas.
En algunos vídeos de la prueba del pasado sábado en Ibiza se puede ver a varias corredoras cruzando la meta absolutamente exhaustas, con calambres en las piernas, rigidez muscular e incluso dificultad para mantenerse en pie sin ayuda de algunos compañeros. Estas imágenes son una muestra de las consecuencias que puede tener el sobreesfuerzo físico en pruebas de larga distancia.
Con una sociedad cada vez más concienciada sobre los beneficios del deporte y la necesitad de tener un cuerpo saludable, el peligro de forzarlo más allá de sus límites es también real. No se trata solo de atletas profesionales. Muchos corredores aficionados, motivados por la mejora de tiempos o por el afán de superación, afrontan distancias para las que quizá no están suficientemente preparados.
Esta realidad abre un debate necesario: ¿Dónde está el equilibrio entre la práctica deportiva saludable y el exceso? ¿Estamos suficientemente concienciados sobre la preparación previa, la hidratación, la alimentación y los límites individuales?
La otra cara del evento muestra también la solidaridad innata entre corredores, voluntarios y personal médico, que prestaron asistencia inmediata a quienes no pudieron completar los últimos metros por sus propios medios.
Con un turismo deportivo cada vez más presente en la isla debido al gran número de pruebas de esta índole que acoge, Ibiza es ahora también el escenario de una reflexión de fondo: correr no puede ser sinónimo de riesgo. Escuchar al cuerpo, entender los ritmos personales y asumir que no siempre hay que llegar al límite son claves para que el deporte siga siendo, ante todo, una práctica saludable.