(EFE). – Un derroche de creatividad y alta calidad a través de sus creaciones de ropa, joyería y calzados, hechos de forma artesanal, sostenible y, en su mayoría, como piezas únicas, es lo que se ha visto la noche de este viernes sobre la Pasarela de Moda de Formentera, organizada por el Consell Insular bajo el lema ‘Tonalitats’, al paso de las colecciones de una veintena diseñadoras y diseñadores de Formentera.
La Plaza Europa de es Pujols ha sido el escenario elegido para el desfile que ha tenido a la diversidad y a la inclusión como inspiración y mensaje, ya que también ha estado protagonizado por los jóvenes, niños y niñas diversamente hábiles de la asociación Diver Gent, que han desfilado junto a los modelos y las modelos de la agencia Deva Models.
El público asistente, que ha superado con creces las 600 sillas instaladas para el evento, han podido apreciar los sensuales bikinis de Hippie Shop Formentera, que han inaugurado el desfile y han dado paso a los coloridos diseños creados con pañuelos de bandanas y técnica de patchwork de El Ikigai Design, y a los encajes suaves y lazos en tul elástico de la ropa interior de Marziposa Lingerie, cuya colección se ha inspirado este año en el arte burlesco.
A la colección “Movimiento”, de los vestidos de punto de Atzavara, le han seguido los vestidos creados con textiles reciclados, como manteles, servilletas o cortinas, e inspirados en la moda Adlib y en la ropa de casa antigua, de la firma Coser y Cantar; los diseños de sedas y tejidos naturales con estampados a mano de la colección “Terra”, de la firma Pahiesa; y las delicadas y suaves texturas de algodón y genuinos estampados de los vestidos y túnicas de Kavra Formentera.
En el ecuador del desfile se han lucido los kimonos y vestidos de seda natural estampados con flores y hojas de la isla de Simona Colzi; los vestidos, este año con encaje y piezas de patchwork de Molly Mallone, combinadas las alpargatas artesanales de Es Pelegrí.
Después ha llegado el turno de Jesús Costa, que ha regresado a la pasarela después de diez años sin desfilar y lo ha hecho con su estilo casual y sus diseños con materiales 100% orgánicos y tintes vegetales.
El turno de Equilibre Formentera, con una colección de diseños de bordados y prendas en seda, lino y algodón, ha dejado paso a las tonalidades y texturas de las prendas atemporales de Ulaan.
Los vestidos de la colección “Mirada” de Eva Cardona, llenos de colores, luz y movimiento, y las prendas frescas, coloridas y de tejidos orgánicos de Laura López y Gingko Creations, reunidos en su colección “Mevak”, han cerrado el desfile de ropa y calzado, para dar paso a la joyería.
Así ha llegado de la colección “Nüs” con la que Ur Calvet busca dar protagonismo a la joya por encima de la indumentaria en metales como la plata, el latón, las pátinas y el cuero, y la nueva versión de “Capelletes”, de Enric Mayoral, una serie de colgantes de plata con ecos arquitectónicos, que realizó por primera en 1996 y han recuperado y renovado para la Pasarela de Moda de Formentera.