@Laura F. Arambarri/ Francisco Marín González, funcionario cántabro que cumple 25 años viviendo en Ibiza, lanza hoy en Amazon su segunda novela, El último caso, después de arrasar en esta misma plataforma con su primer libro, El caso Demichellis, que acumula 25.000 lectores (sumando las ventas y descargas en Kindle Unlimited, Amazon Prime y compra directa en Amazon) y que fue número uno en el top absoluto de ventas de Amazon Kindle en España el 19 de octubre de 2017 y los días 17 de abril y 1 de agosto del 2018.
Marín es muy consciente de que las posibilidades de repetir un éxito así son escasas. Sabe que ha tenido suerte, con lo que, en el mejor de los escenarios, se conformaría con que tuviese “una quinta parte de los lectores” que tuvo su primer libro. Pero nunca se sabe. Los lectores son los que van a tener la última palabra con esta nueva propuesta protagonizada de nuevo por los personajes centrales de la primera: el detective Zarco y el abogado Ballesteros. La trama gira en torno a la desaparición de Irina, la esposa de un rico empresario ibicenco llamado Miguel Tur. La prostitución de lujo en la isla, el drama de los alquileres e incluso el incendio de los juzgados en enero de este año se entremezclan en la trama.
Después del rotundo éxito de ‘El caso Demichellis’, ¿qué espera de esta segunda novela?
Lo cierto es que escribí la primera como un divertimento. Escribir me encanta y sentía que era algo que tenía pendiente. Si hubiese escrito la primera y hubiese pasado lo normal, es decir, que la hubiesen leído mis amigos, familiares y algún conocido, es posible que la cosa se hubiese quedado ahí. La repercusión que ha tenido El caso Demichellis me ha espoleado un poquito para lanzarme con la segunda, pero es evidente que te tiene que gustar escribir.
El éxito ha sido entonces un aliciente pero no el motivo principal…
Lo principal es disfrutarlo. No podría plantearme a mí mismo escribir una segunda novela solo porque la primera ha vendido miles de ejemplares. Con la segunda no tienes, ni mucho menos, la garantía de que vuelva a pasar algo parecido. No dejaría de sorprenderme que esta se vendiera bien. Con que tuviese una cuarta o una quinta parte de los lectores que ha tenido la primera ya lo firmaría. Lo principal, para mí, es disfrutar del proceso de sentarte delante de un ordenador, imaginar una historia, pulirla, corregirla… Todo lo que supone escribir.
Lo principal es disfrutarlo. No podría plantearme a mí mismo escribir una segunda novela solo porque la primera ha vendido miles de ejemplares.
El detective Zarco y el abogado Ballesteros son, de nuevo, los protagonistas del libro, ¿estamos ante una saga?
Es posible que El último caso sea la última novela de estos dos protagonistas, pero todavía no lo tengo absolutamente claro. Por una parte, es más fácil, porque tienes los personajes construidos y, además, han gustado a la gente. Pero tampoco quiero repetirme a mí mismo porque ya te digo que esto lo hago, sobre todo, porque lo disfruto. Creo que seguiré con el género policíaco porque me gusta.
Un género con sus particularidades.
El género tiene su dificultad añadida, que es la de crear una trama en la que al final todo cuadre. Que el lector no adivine quién es el asesino pero, al mismo tiempo, tienes que darle las suficientes pistas como para que, al final, diga ‘claro, era evidente’. En la anterior muchos lectores me acusaron de que habían pillado al asesino a las primeras de cambio. En esta ocasión he intentado mejorar este aspecto. Dar pistas suficientes —porque no quiero sacarme un final como de una chistera— pero ocultándolo más. He incluido algunas pistas falsas… En esta novela la trama está más elaborada. Los personajes principales son los mismos pero les he hecho evolucionar, tanto al detective como al abogado.
Siempre habla de mejorar su escritura, los argumentos… creo que incluso ha recurrido a una correctora profesional.
Así es. Tal vez si el éxito de la primera novela me hubiese pasado con 20 años me hubiese creído que soy un escritor fantástico. Pero no ha sido así. Cuando empecé a escribir la segunda sentí un cierto miedo y unas ciertas dudas y la única manera de vencer estos miedos ha sido intentar hacerlo un poquito mejor. Lo puedes conseguir o no. Los lectores dirán. Por el momento he recibido impresiones positivas de las personas que lo han leído de prueba: familiares, amigos e incluso un lector que criticó bastante la primera y al que he querido enviar la segunda para contar una opinión completamente sincera. Este lector crítico me ha dicho que le ha gustado más que la primera. Eso me da algo tranquilidad. Creo que, si no es mejor, al menos está al nivel de la primera, que era lo mínimo que me exigía. Así he conseguido superar ese miedo que tenía. Si tiene éxito bien y, si no, pues también.
Los protagonistas de sus novelas, con esos apellidos Zarco y Ballesteros, remiten claramente a lo que en Ibiza se llama ‘mursianus’, los forasteros. En esta novela aparece un protagonista con apellido ibicenco, Miguel Tur, que es un rico empresario cuya mujer desaparece.
Así es… También describo un determinado tipo de ibicenco un poco cerrado, para el que los de fuera somos mursianus, de hecho esa expresión sale en la novela. No sé si a la gente ibicenca le va a hacer mucha gracia [ríe].
Tal vez si el éxito de la primera novela me hubiese pasado con 20 años me hubiese creído que soy un escritor fantástico. Pero no ha sido así.
La novela se adentra en el mundo de la prostitución y de la ‘jet set’ de Ibiza. ¿Hay un afán de crítica social en su novela, aunque la historia sea puramente de género negro?
Mi objetivo básico es hacer una obra entretenida, que el lector pase un buen rato y que la lea ágilmente, pero siempre cae algo de crítica social. En la primera tal vez me fui excesivamente por las ramas, algo que he intentado evitar en esta. En este caso, la novela es más compacta porque la denuncia social está más integrada en la novela. Hablo de la vida en Ibiza, de los alquileres en la isla… En la medida en que los personajes viven en este entorno, es lógico que hagan una reflexión sobre dónde viven y lo que sucede.
¿Qué elementos de la actualidad de Ibiza ha incluido?
La novela transcurre en 2016, pero he incluido en la trama las consecuencias del incendio de los juzgados, que sucedió en enero de este año. El tema de los juzgados está presente en la novela porque ha dado lugar a una situación dantesca. Durante cuatro meses después del incendio, los funcionarios estuvimos yendo un día sí y otro no porque no había sitio para trabajar. Se suspendieron todos los plazos de recursos y toda la actividad judicial y, aún hoy en día, cuando ya vamos a trabajar todos los funcionarios, se están atendiendo solo las causas con preso y las diligencias muy urgentes. Los juzgados están prácticamente sin actividad. Si a eso sumamos que había ya un retraso en todos los procedimientos judiciales de años… No es que el objetivo de la novela sea una crítica al sistema judicial, pero es algo que he vivido de manera muy directa y me iba saliendo durante la escritura. Además, uno de los protagonistas es abogado y lo sufre directamente.
La novela transcurre en 2016, pero he incluido en la trama las consecuencias del incendio de los juzgados, que sucedió en enero de este año.
Me comentaba en una entrevista anterior que el éxito de la novela El caso Demichellis, que autopublicó en Amazon y sacó en papel en una pequeña editorial, Atlantis, había despertado el interés del mundo editorial.
Sí, se ha puesto en contacto conmigo una editorial importante que está interesada en El caso Demichellis. Además, el agente literario Pablo Álvarez, que ha sido editor durante muchos años en Penguin Random House contactó conmigo el año pasado y me fichó para su agencia pero solo con El caso Demichellis. Así que, por una parte, está esa posibilidad pero, mientras, quería sacar la segunda novela en Amazon porque creo que es el momento de hacerlo. Soy consciente de que me han llamado porque he vendido 27.000 ebooks no porque porque escribo súper bien [ríe]. Hay un interés por su parte, pero ya veremos qué sucede. En todo caso ya hablaríamos de 2020.
Lo cierto es que todo esto que le ha sucedido es tremendamente sorprendente para un escritor novel y autopublicado, pero transmite mucha calma al hablar de ello.
Todo lo que ha venido conEl caso Demichellis ha sido tan inesperado que he llegado a un punto en que si llega ahora Clint Eastwood y dice que se ha leído mi novela y quiere hacer la película no me sorprendería. ¡Me están pasando unas cosas tan raras! [ríe]. No tiene nada que ver con la prepotencia esto que digo, sino con que ha sido todo tan increíble que me creería cualquier cosa.