Las reservas hídricas en las Illes Balears se han reducido al 43% durante el mes de agosto, lo que representa un descenso de 3 puntos porcentuales respecto al mes anterior y 8 puntos menos que en el mismo periodo del año pasado, cuando se situaban al 51%. «Esta situación exige un seguimiento constante y una gestión estricta de los recursos hídricos disponibles», alerta el Govern en un comunicado.
Hasta ahora solo Formentera estaba en alerta por sequía pero otra Unidad de Demanda (UD) de Mallorca, la llamada ‘Es Plan’ ha entrado en alerta. Las otras siete Unidades de Demanda (UD), que representan el 82,2 por ciento del territorio (Ibiza, Menorca, Artà, Manacor-Felanitx, Migjorn, Palma-Alcúdia, Tramuntana Norte y Tramuntana Sur) continúan en el escenario de prealerta.
Respecto a los porcentajes de reservas por isla, Mallorca ha bajado del 47% al 43%, Menorca ha descendido del 44% al 39% e Ibiza se mantiene estable en el 32%. La situación global de las Illes Balears sigue siendo menos favorable que hace un año, cuando las reservas estaban al 51%.
Esta situación podría mejorar cuando salgan los datos de septiembre, ya que agosto ha sido lluvioso y eso puede beneficiar a los recursos hídricos.
Según los datos de la AEMET, el mes de agosto ha sido muy lluvioso debido a la DANA que afectó a las islas los días 14, 15 y 16. Por islas, agosto fue especialmente lluvioso en Menorca (109,6 l/m² frente a los 15,6 l/m² habituales) y Mallorca (59,6 l/m² frente a 20,7 l/m²).
Ibiza también registró más lluvias de lo habitual (36,6 l/m² frente a 18,1 l/m²). En cambio, en Formentera, la isla donde más sequía hay actualmente, las precipitaciones se mantuvieron dentro de la normalidad (7,4 l/m² frente a 13,4 l/m²).
El porcentaje de precipitación acumulada anual en Balears se sitúa en el 76% (Mallorca 77%, Menorca 84% y Pitiusas 56%). En cuanto a las temperaturas, agosto ha sido un mes muy cálido, con una temperatura media de 26,4°C y una anomalía de +1,0°C.
«Considerando la situación actual, la época del año y las precipitaciones registradas durante agosto, se prevé que las reservas aumenten a nivel de toda Balears durante el mes de septiembre», concluye el Govern.
Empeora Mallorca
En agosto se ha producido un cambio de escenario en Mallorca: la Unidad de Demanda (UD) de Es Pla ha entrado en el escenario de alerta. A partir de este momento, entra en aplicación lo que se define en el Plan Especial de Actuaciones en Situación de Alerta y Eventual Sequía de las Illes Balears, y, entre otras obligaciones, se establecen una serie de medidas que deben cumplir las diferentes administraciones competentes.
Así, los ayuntamientos y las entidades gestoras sin conexión a desalinizadoras tendrán que realizar restricciones obligatorias limitando el riego de jardines, la limpieza de calles, los usos ornamentales y las duchas de playa.
Las empresas que suministran agua en camiones tendrán la obligación de sustituir el 50% del total del volumen que se debe suministrar por agua desalada, siempre que estén situadas dentro de un radio de 15 km de un dispensador de agua desalada.
Las viviendas en suelo rústico tienen la obligación de reducir un 20% el consumo de agua.
Además, las administraciones en materia de educación y turismo tendrán que comunicar esta situación de alerta con el objetivo de concienciar a la población y promover el cumplimiento de las restricciones en esta situación de alerta. Las entidades gestoras del abastecimiento afectadas también deberán intensificar las campañas de concienciación para el ahorro de agua.
Si se mantienen estos datos del estado de las reservas de los acuíferos en Ibiza tenemos un severo problema para la temporada que viene. Todos sabemos que las administraciones insulares NO van a tomar medidas al respecto, a parte de rezar para que llueva, como decía el Mariano, presidente de la asociación de payeses que ya no tienen agua (asociación ya desaparecida por peloteo institucional).
NO van a declarar la situación de sequía aunque no haya ni una gota de agua. No van a realizar ninguna campaña para mitigar el consumo a los los grandes consumidores. No van a realizar inspecciones ni control de consumo de pozos.
Lo dicho, la próxima temporada será difícil de gestionarla. Los políticos tendrán que comprar más orelletes y bunyols que de costumbre para el populacho.