La dietista ibicenca Marina Ribas Torres debuta como escritora con un libro de gastronomía: ‘Recetas ketomediterráneas’, en el que reúne hasta 80 platos basados en un régimen cetogénico a partir de productos de proximidad. Propone una dieta rica en alimentos de origen vegetal, baja en carbohidratos y fundamentada en la estacionalidad, en los principios de sostenibilidad y en alimentos km 0. Incluyen más de 80 recetas, entre panes y masas; sopas, cremas y dips; salsas y aderezos; verduras; huevos; pescados y mariscos; carnes y postres. También versiona platos típicos de la gastronomía ibicenca para hacerlos más saludables, y aunque aún no se ha atrevido con el sofrit pagès, ríe, no se le echa en falta porque esta primera obra de la autora recoge propuestas para todos los gustos.
«El libro tiene una perspectiva de dieta mediterránea baja en carbohidratos, lo que aumenta el consumo de grasas, que pasa a ser de un 70% aproximadamente. Esto quiere decir que el cuerpo, en vez de funcionar con la glucosa de los carbohidratos, lo hace con los cuerpos cetónicos, que son un subproducto de la quema de grasas en el hígado», explica la autora.
«Es una dieta muy popular para adelgazar, pero eso depende de los objetivos de cada uno. Para mi es una herramienta terapéutica que hay que saber con quién y cuándo utilizarla. Funciona muy bien, y hay evidencia científica de ello, como tratamiento para personas con diabetes, alzheimer o algunos tipos de cáncer, además de la epilepsia refractaria, que afecta a niños y que no responde al tratamiento farmacológico. Sin embargo, en este último caso, la dieta keto evita las crisis convulsivas, y, de hecho, su origen viene de aquí, nació en los los 70 y sigue empleándose a día de hoy».
Otra de las cosas buenas que tiene la dieta keto, explica Ribas, es que, al estar basada en grasas, «es muy saciante, y quienes la siguen para adelgazar no tienen la sensación de estar pasando hambre y se sienten cómoda con ella». El libro propone casi un centenar de recetas, con lo que incluye un gran número de alimentos entre sus propuestas gastronómicas y no llega a hacerse rutinaria ni repetitiva para quienes la emplean. «Están distribuidas en panes y masas, sopas, cremas, aderezos, verduras, huevos, carnes de todo tipo, pescado, marisco y postres a base de diferentes harinas, como la de almendras, además de otros productos de nuestro entorno».
Aunque hay postres, la dietista explica que el consumo tiene que ser ocasional, porque «siguen siendo bombas calóricas y se tiene que ir con cuidado. La idea del libro es fomentar la estacionalidad -y mirando el bolsillo-, comiendo siembre productos de temporada y adaptando la alimentación a lo que tenemos en nuestro entorno más cercano en cada momento del año. En Ibiza es muy complicado alimentarse al ciento por ciento de lo que se produce en la isla, pero siempre se pueden buscar productos de fuera que no vengan de muy lejos».
Recomienda, a modo de ejemplo, una receta para un día, «con un desayuno a base de crepes con fresas, ahora que llega la temporada, con un poquito de yogur, un tabulé para almorzar acompañado con unas brochetas de carne de cordero, y, para cenar, unas hamburguesas de rape con una ensalada griega, que está también en el libro».
El volumen comenzó a gestarse hace aproximadamente seis meses por «la presión» ejercida por su marido, Jason, que recopiló recetas que iba preparando. «Empecé a sentar las bases de lo que consideraba una dieta ketomediterránea, y él me empujó y animó a plasmarlas en un libro. Se lo propuse a mi editora, Àngels Casanovas, de Larousse, y me dijo, adelante».
El libro saldrá a la venta el próximo 12 de mayo, pero ya puede comprarse en Amazon por 19,95 en papel o 9,45 euros en versión digital. Llegará a las librerías a mediados del mes que viene y en las plataformas de venta vía Internet se encuentra ya en el quinto puesto entre los más solicitados a día de hoy.
No es una dieta aburrida, explica, aunque hay gente que encuentra a faltar, entre otras cosas, el pan. «Incluye propuestas de panes a base de otras harinas, y por lo general es variada, aunque también carece de tubérculos. Por eso no me he atrevido a versionar el sofrit pagès en keto, para que no me riñeran (ríe), pero hay, por ejemplo, una versión del tradicional roscón de Reyes. Tampoco me he atrevido con el flaó, por el mismo motivo, se justifica. «También hay calamares rellenos de sobrasada, unas albóndigas con salsa de pebrassos, un pastel de roja (cabracho)… Como dice Serrat, que le voy a hacer, si nací en el Mediterráneo», señala en relación a la elección de las materias primas locales que se encuentran en los mercados de la isla y con los que plasma sus recetas.
Es su primer libro, pero espera que no sea el último. «Tengo ideas. Me gustaría escribir otros, por ejemplo, sobre la parte teórica de una alimentación saludable en general, no específica, y otro sobre cocina para niños, que también me gusta mucho. Como dietista, me dedico más a temas clínicos, pero me encanta la cocina en general», indica. Tiene consulta en Santa Eulària, en la clínica de salud integrativa Centrum, y en Ibiza ciudad, en la de medicina estética de la doctora Yasmine Al Adib, que abre puertas este mismo lunes en calle Aragón 123.
Para terminar, Marina Ribas responde con un consejo para quienes inician, en esta época del año, la operación bikini dada la proximidad del verano: «No soy partidaria de restringir alimentos, pero, en este caso, y en general, sería bueno poner freno al consumo de bollería industrial y alimentos superprocesados».