(EFE).- El sector turístico español mantiene sus buenas perspectivas para el verano a pesar de una ralentización del ritmo de reservas, que ha llevado a algunas empresas, como por ejemplo RIU, a bajar su optimismo respecto a la temporada estival a «moderado» y a no poder hablar, por el momento, de un año récord.
Aunque la demanda se ha desacelerado un poco, su trayectoria muy por encima de la esperada (por ejemplo, las reservas en libros de Meliá Hotels Internacional para el verano se situaban a finales de mayo un 30 % por encima del nivel de 2019) permite esperar una temporada estival mejor en facturación que la del año pasado, según el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda.
En su opinión, será un verano probablemente «récord» de ingresos, sin perjuicio de tener en cuenta que una parte es debida a la inflación de precios, pero, sin embargo, no de resultados, porque todavía los costes están subiendo mucho y, por tanto, los márgenes empresariales aún no son los de antes de la pandemia en términos generales.
A su juicio, no se llegará todavía a la rentabilidad de 2019 en promedio, ya que, en muchos de los actores del turismo, la subida de costes sigue teniendo un peso muy importante, ha señalado a EFE.
Los incrementos de facturación en el sector hotelero, además de a la inflación de precios, se deben a que el producto no es el mismo que en 2019, después de que algunas compañías realizaran inversiones muy notables en la mejora sustancial de sus instalaciones.
En definitiva, aunque la demanda se pueda estar ralentizando, con las ganancias de reservas que hay respecto al año pasado, se espera que el verano sea muy bueno en facturación y menos bueno en resultados, porque habrá una subida de costes, al tiempo que los incrementos de ingresos se deben en parte a la inflación y a la mejora del producto, ha resumido.
¿SE ESTÁ AGOTANDO EL AHORRO ACUMULADO?
En el caso RIU, de momento, las ventas están por debajo de lo registrado a mismas fechas de 2022, por lo que el grupo hotelero cree que «quizá se está agotando el ahorro acumulado y el efecto ‘champán’ que vivimos el verano pasado».
Por ello, la cadena prefiere esperar a ver cómo evoluciona esta temporada de verano y cierre de 2023, para «comprobar, si lo que está sucediendo, es una reserva más a corto plazo que la que ya veníamos registrando o, si bien, se trata de cierta fatiga de la demanda en general».
La previsión de ocupación de RIU en España para la temporada de verano, desde el pasado mes de mayo hasta octubre, está ahora alrededor del 70 %, ha detallado a EFE la compañía mallorquina.
Si se comparan los primeros meses de este año con 2022, se ven mejores cifras de ocupación y tarifa media, debido al impacto de ómicron que afectó a la demanda durante los comienzos del ejercicio pasado.
Sin embargo, RIU asegura que esta tendencia positiva se ha ralentizado y, comparando los datos de este verano con los de 2022 en estas mismas fechas, se ve una ocupación media menor y una ralentización de la demanda desde prácticamente todos los mercados emisores.
Andalucía es el destino de RIU con mejor previsión de ocupación para esta temporada de verano, con un importante peso del mercado nacional, que se sitúa por delante del alemán y del británico.
Los siguientes destinos son Baleares, donde destaca la presencia del mercado germano, español y belga, y Canarias, también con Alemania a la cabeza, pero, en este caso, seguida del Reino Unido y Países Bajos.
La fuerza de la demanda ha permitido a RIU aumentar las tarifas -cuyo incremento se sitúa actualmente en una media del 10 %- y así paliar la subida exponencial de costes.
También las agencias de viajes observan que «se ha desacelerado un poco el ritmo excesivo de reservas que hubo durante las anteriores semanas, pero seguimos en ritmos por encima de 2019», ha dicho a EFE el presidente de la patronal sectorial Ceav, Carlos Garrido.
Entre los principales destinos de los españoles, ha destacado costas e islas, dentro de España, así como capitales europeas y también Egipto, Jordania o Grecia, entre los de media distancia.
También «está funcionando muy bien» el Caribe y los Estados Unidos, además de que se está concentrando mucha demanda a otros destinos de largo recorrido, a los que no se ha podido viajar durante mucho tiempo por restricciones de covid como Japón, Maldivas o Tailandia.
DESPUÉS DEL VERANO
Mientras que Exceltur no ve una preocupación para el verano por la posición de reservas en este momento, sí existen fundamentos para poder pensar que, después de la temporada alta, se pueda ralentizar el consumo, de acuerdo con Zoreda.
«Significa esto que porque el cuarto trimestre se ralentice, el año 2023 sea un mal año, no», ha subrayado.
Zoreda no descarta que la demanda se pueda reducir en la última parte de 2023, pero, por el momento, «no hay signos evidentes de que ello supusiera una catástrofe en los resultado del conjunto del año porque los tres primeros trimestres habrán sido muy buenos, especialmente, el de verano».