La oferta de las compañías de cruceros que operan en España es comparable este año a la de 2019 o, incluso, puede superarla, gracias a la recuperación de la demanda y ante la oportunidad de poder llenar el hueco dejado por la desaparecida Pullmantur, que no ha logrado sobrevivir a la pandemia.
Así, MSC Cruceros prevé mover este año a 120.000 pasajeros en puertos españoles, lo que supone superar un 20 % el volumen de antes de la pandemia, debido a la mejoría de la demanda y la apuesta «extra» que ha hecho la naviera por España como destino de cruceros.
Fuentes de la naviera han destacado en declaraciones a Efe que MSC ha programado más de 400 escalas este año en el país, un 2 % más que en 2019, con nueve barcos diferentes y con embarques en seis puertos españoles (Alicante, Barcelona, Valencia, Palma de Mallorca, Tenerife y Málaga).
Para otra de las principales navieras, Costa Cruceros, 2022 es el año en el que más barcos opera en España, en total tres, con dos puertos base, que son Barcelona, para sus buques Costa Firenze y Costa Smeralda, y Valencia, para el Costa Toscana, el más nuevo de su flota, de acuerdo con fuentes de la compañía.
Según el director para España de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), Alfredo Serrano, la oferta en España es comparable o, incluso, puede superar la de 2019 por parte de las compañías que venden en el mercado español porque, entre otros motivos, «ven la oportunidad de poder llenar el hueco» de la quebrada Pullmantur.
Serrano ha señalado a Efe que se observa «un mayor interés» por parte de ciertas compañías para disponer de más puertos base en España y abrir nuevas rutas, con lo que, entiende, «se quiere facilitar el acceso a aquellos clientes que posiblemente podrían venir de la tristemente desaparecida Pullmantur».
Aunque el perfil de crucerista que decide viajar con MSC «difiere ligeramente» del que tenía Pullmantur, «aun así, entendemos que hemos captado de forma natural algunos de los clientes que tenía la compañía y a los que les puedan interesar nuestros itinerarios por el Mediterráneo», explican desde la naviera.
Precios
Ante la subida del precio del combustible como consecuencia de la guerra en Ucrania, la naviera asegura que se encuentra «financieramente fuerte», principalmente debido a la seguridad financiera que le aporta formar parte del grupo MSC.
Aunque la compañía no ha notado demasiados cambios en los comportamientos de compra como consecuencia de la situación geopolítica, y las ventas siguen siendo las mismas que las que había estimado, considera «imprescindible» proteger al viajero para despertar al mercado, por lo que asumirá el sobrecoste del combustible y no subirá los precios.
«De hecho, actualmente, se viaja en nuestros cruceros con unos precios más competitivos y una oferta más atractiva que en 2019», ha subrayado MSC.
En cuanto a las dificultades de encontrar trabajadores que sufren algunos sectores como el turismo, el directivo de CLIA ha explicado que el de los cruceros no se ve afectado porque una de las ventajas que tiene es que su reclutamiento es global y no depende de una nacionalidad.
No obstante, ha matizado que aunque el problema no les está afectando de una manera específica en este momento, había algunas dificultades ya antes de la covid-19 porque la industria de los cruceros ha crecido mucho.
Límites
Precisamente ese crecimiento empezó a provocar alarmas en algunos destinos, responsabilizando al sector de la masificación turística y de la contaminación.
Preocupación que ha vuelto recientemente al debate en Barcelona de la mano de su alcaldesa, Ada Colau, y después de que CLIA y las principales navieras, entre ellas MSC y Costa, firmaran el memorándum de entendimiento con el Govern balear por el que hasta 2026 en el puerto de Palma solo podrán coincidir tres cruceros al día.
Para Serrano, el acuerdo en Baleares, que ha sido fruto del trabajo de varios años, es «muy positivo» y es «un ejemplo de buena disposición, de diálogo, de colaboración y de trabajar juntos en aras de lograr una mejor experiencia para el residente y para el crucerista».
Sin embargo, en el caso de Barcelona, «por una parte, Colau reconoce por primera vez que la responsabilidad de la contaminación aérea en la ciudad corresponde al tráfico rodado y no a los cruceros y pide un debate sereno sobre el tema y basado en datos, pero, acto seguido, dice que lo que hay que hacer es limitar».
Entonces, -a juicio de Serrano- «no hay un debate porque ya estás aportando la conclusión y los datos parece que te importan poco».
Además, se suele utilizar argumentos que no son ciertos como que «ha habido un crecimiento enorme en el número de cruceristas, ya nos gustaría. Estamos muy por debajo todavía de las cifras de antes de la pandemia y va a costar mucho recuperarlas», ha agregado.
Respecto de la contaminación, ha recordado que el propio puerto de Barcelona tiene un proyecto muy avanzado para la electrificación de los muelles de cruceros que significará contaminación cero. «Los barcos podrán llegar, apagar sus motores y conectarse a la red de tierra».
EFE