@Noudiari/ Si algo caracteriza a la revista de Las Dalias es su considerable volumen, necesario para acoger todos sus contenidos. Así, su último número no decepciona: 2 kilos de revista y más de 380 páginas. No obstante, debemos hablar de cantidad pero también de calidad, a sus firmas nos remitimos, ya que entre sus redactores encontramos a los periodistas Laura Ferrer, Silvia Castillo y Alberto Ferrer, y cuenta con colaboradores como el poeta Ben Clark, la directora del MACE Elena Ruiz, el diseñador Marcos Torres o el aristócrata Jorge Montojo, entre otros.
Si nos centramos en el contenido, este volumen de Las Dalias Magazine está dedicado especialmente a los artesanos que empezaron la aventura del Mercadillo de Las Dalias en 1985, y a todos aquellos que a lo largo de tres décadas se han añadido a esta aventura y la han ayudado a crecer. Así, desde Helga Watson, cofundadora junto con Juanito del Mercadillo, la revista retrata a una decena de artesanos que nos abren las puertas de sus hogares y nos explican su filosofía de vida, por qué hacen lo que hacen, qué significa para ellos expresarse con las manos y con su trabajo, y por qué escogieron Ibiza y Las Dalias para echar raíces. Un recorrido apasionante por las vivencias de una gente auténtica.
El Magazine nos depara otras sorpresas y pequeñas joyas, como el artículo de Marcos Torres en el que realiza un viaje iconográfico y estético de los últimos 60 años, señalando cuales son los artistas y movimientos estéticos que más le han influído; Ben Clark utiliza el Delorean de ‘Regreso al Futuro’ para viajar hasta los inicios de Las Dalias y Elena Ruiz nos realiza un retrato de uno de los vecinos más insignes de Sant Carles: el pintor Erwin Betchtold. La revista guarda también una pequeña y deliciosa joya: un artículo dedicado al fotógrafo catalán Josep Soler quien, a principios de los años 70 del pasado siglo, retrató en Eivissa a los primeros y auténticos hippies que se instalaron en la isla.
Como no podía ser menos, el Magazine le dedica un generoso espacio a la moda, con una atención especial al estilo ad-lib y a los diseñadores locales. La calidad del papel y del color es ‘marca de la casa’, y todos los textos van acompañados de un fastuoso despliegue fotográfico. En definitiva: una revista imprescindible para saludar el comienzo del verano.
Kilo y medio de publicidad…
Pienso como Toma Ya, todo publicidad …