@Noudiari/Diana es una tortuga boba que el pasado 15 de julio fue liberada en Dénia por el Oceanigràfic de Valencia. Ahora, quice días y 186 kilómetros después, ha llegado a las costas de Ibiza. Su seguimiento ha sido posible gracias a un dispositivo GPS, que permite conocer, al día, la localización exacta del animal tras su reintroducción en el Mediterráneo.
El dispositivo GPS que se le incorporó al animal, antes de ser dejado en el mar, permite realizar un seguimiento de su ruta y gracias a él se pudo conocer que, el pasado martes, a las dos semanas de su liberación, había alcanzado ya el litoral norte de la isla, en las cercanías de Portinatx.
Para ello, la tortuga ha tenido que nadar en ese tiempo nada menos que 186 kilómetros (128 en línea recta). Se trata de una hembra joven, de entre 10 y 15 años, de unos 25 kilogramos de peso, que estaba ya recuperada de las heridas que había sufrido cuando fue rescatada en el año 2013.
En septiembre de aquel año, la tortuga fue avistada por una embarcación de recreo en aguas de Alicante, cuando flotaba en alta mar con una extremidad enredada en una bolsa de plástico. Los tripulantes de la embarcación, siguiendo el protocolo establecido para estos casos, dieron aviso al 112 de emergencias y el ejemplar fue rescatado y trasladado al Oceanogràfic de Valencia. Presentaba la aleta derecha muy dañada y necrosada, por lo que el servicio veterinario del Oceanogràfic tuvo que amputarle esta extremidad en una compleja cirugía.
Tras una larga recuperación, la tortuga fue trasladada al acuario de Lisboa para participar en una exposición en calidad de embajadora del mar y como muestra viva de los efectos de la contaminación sobre la fauna marina.