Una de las intervenciones más habituales de los Bomberos del Parque Insular son los conatos de incendio provocados por quemas de rastrojos mal vigiladas o sin apagar que se descontrolan con el viento y, a veces, acaban afectando a zonas boscosas.
La última, la pasada noche, se registró en Sant Joan, concretamente en el punto kilométrico 15 de la EI-300 .
Tuvieron que acudir a la zona un camión autobomba y cuatro bomberos para extinguir una quema mal apagada.
«Las quemas tienen que ser muy controladas y extinguidas antes de quedar sin vigilancia», remarcan desde el Parque Insular de Bomberos.