@Noudiari / Loquillo es un tipo muy cuerdo. Su música y forma de ser te pueden cautivar más o menos, mucho o nada. Para gustos, colores. Lo que no se le puede negar, en absoluto, es la coherencia de su discurso, imperturbable. Tras más de 30 años sobre los escenarios, no lo ha variado un ápice. En todo caso, lo ha madurado. El fondo sigue siendo el mismo. Y eso es poco habitual entre los artistas reputados. Es crítico, ácido. Y si después de una pregunta se piensa la respuesta, no es porque esté midiendo sus palabras. Da la impresión de que no desea quedarse corto. La sinceridad se agradece. Tal vez más que nunca.
Es el artista invitado del concierto de San Pepe Rock de este año, que se celebra el sábado que viene, a partir de las nueve y media de la noche, en el campò municipal de deportes de Sant Josep. Loquillo ha atendido a Noudiari.es a través del teléfono. La conversación ha sido divertida, distendida. No le asusta el hecho de venir a hacer rock a Ibiza, la Meca del house. «Espero no perderme, sobre todo a estas alturas», afirma entre risas. Está de gira. Presenta ‘La Nave de los Locos’, su último disco, aunque adelanta que tocarán también canciones de otros discos. «Alguna caerá, llevo 35 años en esto y hay muchos temas…».
Lo que sí que tiene claro es que no pisará una sola discoteca: «A mi es que me gustan las lentas», espeta entre risas. «Me gusta fumar, y me resulta difícil, a mi edad, jugar a ser un adolescente. Además, esta chufla no me ha ido nunca», remata. Preguntado sobre qué representa para él ‘La Nave de los Locos’, explica que tiene la sensación de que es el lugar de los que «no cuajan». «Es el sitio de los que nos excluyen, nos ignoran, un lugar poco habitado por una inmensa mayoría». No sabe a dónde nos lleva la nave, y eso parece que le gusta. «No se sabe dónde nos lleva la vida y eso es lo mejor que tiene. La de un hombre debe de estar llena de éxitos y de fracasos. Una cosa te enseña la otra. Hay veces que me dicen, ‘que bien lo pasamos en los 80’. Pues vale, pero no me acuerdo. Hay quienes se han quedado ancaldos».
Tiempos nuevos, viejos sitios
Crítico con la crisis, Loquillo asegura que la situación económica que vive hoy en día el país le traer recuerdos no muy lejanos. «Han cambiado los tiempos para volver al mismo sitio. Se están viendo las mismas pautas que cuando la crisis del petroleo. Hay muchos puntos en común. Falta libertad. Muchas bandas punk y hard rock tocan en garajes, no tienen escaparates. La música indy y pop no grita, no lucha hoy contra estas cosas. No creo en las posturas de reivindicación colectiva sino en las individuales. El grito parte de cada artista, pero hay muchos a los que no les interesa gritar para no meterse en problemas. Para mi esta es la base del rock. Los cantautores miran hacia arriba, las bandas indy hacia abajo, mientras que nosotros, el rock, miramos de frente»
Sobre el complicado momento que vive la industria musical en general y la música rock en particular, el Loco adopta una postura de lucha basada en el trabajo de individual: «Cada uno se come su mierda. Si no lo haces bien no subes. Nunca ha sido fácil. Lo bueno es que como no nos subvencionan, como ocurre con el cine, por ejemplo, estamos acostumbrados a pelear y somos libres de decir en cada momento todo lo que pensamos sobre las cosas».
A Loquillo no le van los concursos de la tele que de un día a otro crean de la nada una estrella musical. «Esto es como todo. El oficio de sastre, carpintero o panadero no se aprende en un día. Esto es igual y responde a la banalización que se hace del artista a través de algunos programas de televisión. Refleja en cierto modo la clase de país que somos, en el que hay más descargas ilegales de música de Europa. Somos el hazmerreír de medio mundo».
Preguntado sobre las playas de Eivissa, y si iba a perderse por alguna de ellas en su visita a la isla, Loquillo responde con guasa. «A mi es que me molesta el sol. No soy de playa, me gustan en noviembre, pero no ahora. Además, tengo un problema: soy muy blanco y tengo la piel muy sensible». La verdad es que es difícil imaginarle vestido de negro en ses Salines. Para verle y escucharle habrá que ir a Sant Josep. No es un mal plan para el sábado.