Cuando te diagnostican de cáncer todo tu mundo se viene abajo. Se mezclan sentimientos de culpa (“¿Por qué no me cuidé? ¿Tengo yo la culpa? ¿Por qué me ha pasado a mí?) con miedo, incertidumbre, estrés… Hoy es el día mundial en la lucha contra el cáncer de mama y desde Grupo Policlínica mandan un mensaje de esperanza, gracias a la «generosidad» de Maribel, que nos cuenta su historia, con final feliz. Y es que el cáncer de mama, si es detectado precozmente, tiene un índice de supervivencia superior al 90% en los países desarrollados. Los avances en los métodos diagnósticos, tratamientos y las cirugías permiten una mayor eficacia y mejores resultados.
Maribel fue diagnosticada de cáncer de mama el 29 de diciembre de 2022. En ese momento todo su mundo cambia. Comienza una etapa de médicos, pruebas, noches sin dormir, nervios, incertidumbre…
“Tal y como me miró el cirujano supe que no me iba a dar una buena noticia. Me dijo: tienes un pequeño cáncer. La palabra pequeño no la escuché. Yo solo me quedé con CÁNCER”.
Hace pocos días recibe la llamada de una conocida que acaba de ser diagnosticada también de cáncer de mama y le tienen que hacer una mastectomía. “Me alegro mucho de poder ayudarla, porque sé lo bueno que es hablar con alguien que haya pasado por esto; a mí me ayudó muchísimo hablar con otras mujeres, sobre todo antes de la cirugía. Por eso me he decidido a contar mi caso”.
“Yo llevaba tiempo, como 2 o 3 años que no me hacía ningún chequeo. Lo que sí que hago es explorarme yo en casa. Pero un día me noté un bultito. Hace 3 años también me encontré un bulto que finalmente no fue nada; pero volvió en el mismo sitio 2-3 años después. Por eso me decidí a ir a mi médico de cabecera que enseguida me indicó mamografía y ecografía”.
Por un lado, piensas que no va a ser nada, pero algo en mi fuero interno me decía que esta vez no iba a ir bien… También pensaba que a ver si estaba relacionado con la vez anterior… y a saber el tiempo que llevaba ahí, tenía mucho miedo”.
A partir de la consulta con el cirujano para darle los resultados de la mamografía y la ecografía, en la que le dice que tiene cáncer, empieza el proceso de más pruebas y preoperatorio. En la resonancia magnética le detectan un segundo tumor detrás del primero. Deciden realizarle también un PET-TC para ver si se ha extendido a otras partes del cuerpo. Se desplaza a Palma de Mallorca, ya que en aquel momento aun no estaba operativo el PET-TC de Vila Parc.
“Una vez llegaron los resultados del PET-TC, me cita de nuevo el cirujano para contarme qué decisión había tomado la unidad de mama y las opciones que tenía. En el PET-TC no salió nada más por otras partes del cuerpo, pero se vio un tercer tumor, entre los 3 sumaban 6 cm. Entonces habían decidido quitarlo todo. En ese momento me derrumbé», explica.
«Me sentía muy mal por no haberme hecho revisiones. Pero podía haber surgido 6 meses antes, me decían que no me sintiera tan culpable. El cirujano me vio bastante afectada y me aconsejó visitar a una psicóloga del Grupo Policlínica. También fui a la asociación del cáncer, donde asistí a charlas y talleres. Tanto las consultas de psicología como hablar con otras pacientes, me vino súper bien. Cogí mucha fuerza para el día de la operación”, relata Maribel.
Tras la cita con el cirujano general donde le cuenta las opciones que ha valorado la Unidad de Patología mamaria, viene la cita con la cirujana plástica, la doctora Ainhoa Placer, quien le explica las opciones que tiene y la valoración de cada una.
Los avances en cirugía reparadora para reconstrucción mamaria son muchos, pero cada paciente es un mundo, y el cirujano debe encontrar la solución más adecuada según las características particulares de la paciente y su tipo de cáncer, para posteriormente consensuar con ella las distintas opciones, explicándole los pros y los contras de cada una. “Lo primero de todo para realizar una reconstrucción mamaria (o en la misma cirugía del cáncer o en otra posterior), es valorar con el resto de la unidad de mama las posibilidades de que esta cirugía de reconstrucción no impida o retrase otros tratamientos para el cáncer; solo en ese caso se valora su viabilidad”, indica la doctora Ainhoa Placer.
Una vez valorado y si se decide que se puede hacer, el cirujano plástico busca la armonía del cuerpo de la mujer, realizando una cirugía que tendrá el principal objetivo de obtener la mayor simetría posible con la otra mama. A Maribel no le quedaban muchas de todas las opciones que la cirugía plástica ofrece debido a su caso particular.
Al sufrir de fibromialgia, la reconstrucción mamaria con prótesis no es la más indicada porque existe la posibilidad de que aparezcan nuevos dolores por la fibromialgia ya existente o que la prótesis dé problemas en un futuro cercano. Si se descarta la prótesis hay que recurrir a técnicas más complejas. Existe otra que consiste en rellenar el pecho con el músculo dorsal ancho. Pero en este caso, tampoco era aconsejable para ella, por el volumen de su pecho; no tenía músculo suficiente en el dorsal y también podía empeorar sus dolores.
Por último, la doctora le plantea la opción más complicada, reconstruir con piel y grasa abdominal. Esta técnica se denomina reconstrucción autóloga mediante colgajo DIEP (deep inferior epigastric perforator). Es el “gold standard” de la reconstrucción mamaria hoy en día. “Consiste”, indica la doctora Ainhoa Placer, “en reconstruir el pecho utilizando tejido graso, piel y vasos sanguíneos del abdomen”.
La utilización del tejido autólogo proporciona resultados estables y duraderos en el tiempo. Es una opción muy interesante de reconstrucción, aunque la cirugía es más larga y compleja, que en el caso de utilizar prótesis. El postoperatorio también es más largo y doloroso que con otras cirugías, porque son intervenidas varias partes del cuerpo.
La cirugía consta de varios pasos. En el primero, se realiza la extracción del colgajo DIEP, para lo cual el cirujano plástico realiza una incisión en el abdomen del paciente y busca los vasos sanguíneos milimétricos que alimentan al tejido adiposo y a la piel de la zona abdominal inferior (llamados vasos epigástricos inferiores profundos) y los sigue hasta su inicio debajo de la musculatura abdominal hasta su origen en la arteria ilíaca externa. Estos vasos, junto con el tejido graso y la piel, formarán el colgajo DIEP.
Después viene la sutura de los vasos sanguíneos milimétricos. Es decir, mediante suturas microscópicas se realiza la unión de los vasos sanguíneos (arteria y vena) del colgajo DIEP a los vasos sanguíneos (arteria y vena mamaria interna debajo de las costillas) en la zona del tórax, cerca de la mastectomía. Esta conexión es esencial para garantizar que el colgajo tenga un aporte adecuado de sangre y oxígeno una vez trasplantado.
Posteriormente se realiza la reconstrucción de la mama; una vez asegurado el flujo sanguíneo del colgajo DIEP en la zona del pecho, el cirujano moldea cuidadosamente el tejido graso y la piel para recrear la forma y la apariencia de la mama. La sutura se realiza con precisión para lograr resultados estéticos óptimos. Por último, se realiza la reconstrucción de la pared abdominal y del ombligo mediante la realización de una abdominoplastia para poder proceder al cierre del defecto que ha dejado el colgajo DIEP en el abdomen.
La reconstrucción mamaria mediante colgajo microquirúrgico DIEP (Deep Inferior Epigastric Perforator) es considerada una de las técnicas más complejas y avanzadas para la reconstrucción de la mama. Esto se debe a varias razones:
1.- Uso de tejido propio:
El colgajo DIEP implica tomar tejido graso y piel del abdomen del paciente y transferirlo a la zona de la mastectomía. Esto requiere una técnica quirúrgica extremadamente precisa para mantener la vascularización del tejido y asegurar que el colgajo tenga un flujo sanguíneo adecuado.
2.- Microcirugía vascular:
La reconstrucción con colgajo DIEP implica conectar los vasos sanguíneos milimétricos del colgajo (arteria y vena) a los vasos sanguíneos milimétricos en la zona del tórax, generalmente a través de suturas microscópicas. La microcirugía vascular es una habilidad altamente especializada que requiere un entrenamiento significativo y experiencia para llevar a cabo con éxito. La precisión en la conexión vascular es fundamental para garantizar la supervivencia del colgajo.
3.- Duración del procedimiento:
La reconstrucción con colgajo DIEP es un procedimiento largo y complejo que puede durar varias horas, a menudo más tiempo que otros métodos de reconstrucción mamaria. La minuciosidad requerida en cada paso del procedimiento contribuye a su duración.
4.- Mayor tiempo de recuperación:
Aunque la reconstrucción con colgajo DIEP puede tener resultados estéticos sobresalientes y una sensación más natural, la recuperación también puede ser más prolongada y requerir un período de hospitalización más largo en comparación con otros métodos menos invasivos.
Como relata la doctora Placer, “a pesar de su complejidad, muchas pacientes optan por esta técnica debido a los resultados estéticos y funcionales que ofrece. Sus ventajas son muy destacadas: Es el “gold standard” de la reconstrucción mamaria por utilizar tejido autólogo lo más parecido posible a la mama. Esto da un aspecto más natural y lo más parecido posible a la mama original. Al ser un tejido autólogo no existe rechazo, no requiere recambios periódicos, es decir, es una cirugía definitiva, varía de volumen a la vez que la paciente engorda o adelgaza y tolera la radioterapia”
Este caso fue el primero realizado en Ibiza y los resultados obtenidos fueron excelentes. La cirugía se realizó en el mismo proceso que la mastectomía y de esta forma la paciente solo tuvo que entrar una vez en el quirófano, gracias a la coordinación y el trabajo en equipo de los cirujanos generales y plásticos.
No es (solo) una cirugía estética, es una cirugía reparadora, que supone una gran ayuda para la autoestima de la mujer. Gracias a estos avances y la posibilidad de realizar estos tratamientos, la mujer no tiene que pasar por los efectos psicológicos negativos que suelen ir asociados a la amputación de la mastectomía.
Pero el tratamiento del cáncer no finaliza con la cirugía; la intervención fue efectiva en la extracción del tumor y excelente en sus resultados estéticos. Maribel no necesitó quimioterapia, pero sí un tratamiento hormonal: “Me puse muy contenta cuando el oncólogo me dijo que no necesitaría quimioterapia, fue un gran alivio para mí. Pero ahora tengo algunos efectos secundarios con el tratamiento hormonal, como dolores de cabeza, insomnio, me noto cansada, cambios de humor… van alternándose por días diferentes… El oncólogo me dijo en la última consulta que esperemos un poquito, porque a veces estos síntomas, vienen y van… Si pasados 3 meses persisten, me darán opciones para mitigarlos. Pero no es nada que no pueda aliviarse, así que estoy tranquila y feliz”.
Por último, le pedimos a Maribel que enviase un mensaje a aquellas mujeres que acaban de ser diagnosticadas de cáncer de mama: “Quisiera transmitir a todas las mujeres que están empezando con este proceso, que no se sientan culpables como me sentí yo al principio, que no busquen el por qué todo el rato y no le den vueltas. Es importante agarrarse a todo, familia, psicólogos… Si hay que buscar ayuda, se busca. El contarlo, ayuda”.