@Noudiari / Estacionar en muchos puntos de la isla de Eivissa es un auténtico calvario, especialmente durante la temporada de verano. Aunque lo que es un incordio para cualquier usuario de la vía pública, puede ser un auténtico infierno para las personas con movilidad reducida.
En Sant Miquel, pese a no ser uno de los puntos más conflictivos en este sentido, hay varios ‘jetas’ que se han adueñado de las diferentes plazas para movilidad reducida que hay distribuidas por el pueblo y las han convertido en su lugar particular para aparcar cerca de casa. Mientras el resto de vecinos deben buscar un lugar para poder dejar su vehículo, algunos caraduras se dedican a utilizar de manera sistemática estos lugares reservados.
Ya han recibido alguna visita de la Policía Local, aunque parece insuficiente, ya que esta situación lleva produciéndose desde hace varios meses.