El servicio de Gestión forestal de la Conselleria de Medi Ambient i Territori y el equipo de investigación en Hidrología y Ecogeomorfologia en Ambientes Mediterráneos (MEDhyCON) de la Universitat de les Illes Balears (UIB) están preparando un libro centrado en el análisis geoambiental de los efectos en la masa forestal de los cuatro grandes temporales de viento que han afectado a las Illes Balears en lo que llevamos de siglo, entre ellos el cap de fibló que asoló la localidad de Sant Antoni de Portmany, en octubre de 2019.
Hay que recordar que esa DANA provocó el derribo de miles de árboles, además de importantes desperfectos en viviendas, vehículos y en la zona deportiva de Can Coix.
La publicación, que estará lista a finales de año, pretende profundizar en el conocimiento de las dinámicas de los ecosistemas y hábitats insulares, especialmente después de un grave impacto producido por una perturbación natural como son los temporales de viento.
El primero de los episodios analizados fue el más devastador y se produjo hace justo 20 años, el 10 y 11 de noviembre de 2001, cuando un temporal ciclónico de viento afectó gravemente toda la cuenca Mediterránea Occidental, causando daños en infraestructuras y en la masa forestal. En Mallorca, el fenómeno supuso la muerte de 4 personas y varios heridos de diversa consideración, un temporal sin precedentes que generó un gran impacto socioeconómico y una modificación sustancial de gran parte del paisaje de la isla de Mallorca.
En estos dos días, algunos observatorios de la Serra de Tramuntana superaron los 300 mm de precipitación acumulada, y los registros serían superiores a los 700 mm en tan solo una semana, acompañados de rachas de viento huracanado de hasta 150 kilómetros por hora que comprometieron la práctica totalidad de las masas forestales de Mallorca. Especialmente, resultaron afectados los municipios del Llevant y del Pla de la isla, así como algunas zonas del Migjorn o la Bahía de Alcúdia. El resto de islas se vieron afectadas de forma más leve.
Resultaron afectadas de manera grave y por acción directa del temporal, las infraestructuras viarias (29 carreteras cortadas), puertos, viviendas, industrias, tendidos eléctricos… dejando unas 175.000 personas sin suministro eléctrico.
Los otros dos fenómenos analizados son el que afectó las localidades de Banyalbufar, Valldemossa y Esporles en agosto de 2020 y el cap de fibló que afectó a la isla de Menorca, en octubre de 2018.
Con este libro, se consolida la línea de colaboración interadministrativa entre el servicio de Gestión Forestal y el MEDHyCON. La primera publicación conjunta fue ‘Gestión ambiental postincendio forestal’, centrada en las tareas de reforestación de la zona afectada por el gran incendio de Andratx de 2013.