No apto para psicodramaturgos
@Ben Clark/ «En realidad supongo que debería contar esta historia empezando por el día en que entró a mi despacho Raúl Palmer en febrero de 2007.» Así comienza esta novela corta de Román Piña (Palma, 1966) y es en este momento, tras el punto y aparte, en que la editorial Salto de Página debería haber introducido el siguiente aviso: «Al continuar con la lectura de Sacrificio entendemos que se acepta la política (muy jodida) de cookies de Román Piña, al igual que el uso (muy jodido) de las cookies en nuestra lectura para un buen funcionamiento y experiencia (ya veréis qué experiencia) para el usuario como las de terceros para obtener datos sadísticos de la lectura de sus usuarios.» Al aceptar, es decir, al continuar con la lectura, no podríamos echarle nada en cara a Román Piña ni podríamos, en el caso de tener su número de teléfono móvil, mandarle un guasap con dos emoticonos del grito de Munch, una flamenca y tres WTF, tal y como hice yo al acabar de leer Sacrificio.
Piña realiza en ‘Sacrificio’ un ensayo, disfrazado de novela negra, sobre el significado del amor propio y nos obliga a replantear las fronteras de la dignidad.
Por lo menos dos de las reseñas que aparecen en Internet aconsejan no leer reseñas para disfrutar de todo lo que Sacrificio tiene que ofrecer (y de todo lo que nos va a reclamar). Estoy de acuerdo. Es mejor no saber nada del libro. Tampoco lean la contraportada (no llega a los niveles horrendos de Anagrama, pero la contra de Salto de Página cuenta, en mi opinión, demasiado). Pueden seguir leyendo, si les apetece, este comentario porque no voy a decir nada más del libro, salvo que buena parte de la acción transcurre hoy mismo (la novela termina en febrero de 2015) y que en sus páginas los morbosos encontraremos referencias al caso Nóos, al encarcelamiento de Jaume Matas y varias metáforas (muy jodidas, por supuesto) planteadas a partir de la desolada imagen de las palmeras estragadas por el picudo rojo (¿es esta la primera aparición del maldito picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) en una novela?!).
La novela de Román Piña contiene misterio y sorpresas, sexo —muy bien narrado— y varias «verdades» sobre el mundo de la edición y de los libros que gustarán a los que estén cerca de este mundillo (no es, sin embargo, tal y como los define una amiga querida, «una novela de esas que son sólo para escritores»). Cuenta una historia durísima con un humor macabro e inteligente que nos obliga, en ocasiones contra nuestra voluntad, a seguir leyendo.
El autor de Gólgota, Stradivarius Rex o El general y la musa realiza en Sacrificio un ensayo, disfrazado de novela negra, sobre el significado del amor propio y nos obliga a replantear las fronteras de la dignidad. Si bien en un momento dado se habla de libros de autoayuda créanme si les digo que Sacrificio es todo lo contrario. Ojalá acepten la política (muy jodida) de cookies de Román Piña y adquieran Sacrificio, una novela nada «cuqui» que les acompañará días y días después de su lectura. «Yo mismo le abrí la puerta. Llevaba poco tiempo en el negocio y no podía permitirme una secretaria…»
Sacrificio
Román Piña
Editorial Salto de Página, 2015
128 páginas
12,90 euros
El crítico Josep Maria Nadal Suau me ha hecho saber que existe la novela ‘Picudo rojo’ de Mariano Antolín Rato (Gijón, 1943). Gracias, Josep Maria. Aquí dejo una reseña, por si alguien está interesado: http://revistadeletras.net/picudo-rojo-de-mario-antolin-rato/
El crítico Josep Maria Nadal Suau me ha hecho saber que existe la novela ‘Picudo rojo’ de Mariano Antolín Rato (Gijón, 1943). Gracias, Josep Maria. Aquí dejo una reseña, por si alguien está interesado: http://revistadeletras.net/picudo-rojo-de-mario-antolin-rato/