EFE / Los padres de la estudiante mallorquina Natalia Sánchez Uribe, desaparecida en París la semana pasada, pidieron este martes que su caso no se convierta en un «circo», mientras la investigación prosigue sobre el paradero de la joven.
Su padre, que se ha desplazado a la capital francesa desde Mallorca, indicó por teléfono a Efe que están siguiendo de cerca y con el apoyo del consulado español los avances de las pesquisas, que están en manos de la Policía francesa en colaboración con la Guardia Civil.
Las autoridades consulares se reunieron ayer con la familia, granadinos residentes en Mallorca, a quienes están acompañando en sus gestiones, confirmaron fuentes diplomáticas.
Natalia, de 1,62 metros de estatura, 22 años, piel morena, pelo largo castaño y un piercing en la nariz, según la descripción que hizo en Twitter la Fundación QSD (Quién Sabe Dónde) Global, está desaparecida desde el pasado 1 de mayo.
La mañana de su desaparición estaba trasladando sus maletas al piso de una amiga española, pues se acababa su contrato en el piso en el que había vivido hasta entonces, en el distrito 14, al sur de París.
La oficina de relaciones internacionales de la Escuela de Economía de la Sorbona, donde cursa su beca Erasmus, que concluye en dos semanas, informó este lunes que ha aparecido su mochila, con su teléfono móvil y su ordenador portátil dentro.
Según el mensaje al que tuvo acceso Efe, la Universidad pidió a sus compañeros que se pongan en contacto con ellos si saben algo de la joven, que según una amiga había manifestado desde hace un mes su preocupación porque decía sentirse «perseguida».