EFE / Los pediatras, que siguen sin precisar las causas del aumento de casos de hepatitis en niños y niñas de todo el mundo, con un número especialmente importante en Reino Unido, han lanzado un mensaje de tranquilidad a la población, al descartar que haya una «alarma social» al respecto, sino solo una advertencia médica para que los profesionales estén más pendientes de la situación.
Así lo ha dicho este martes el presidente de la Asociación Española de Pediatras (AEP), Luis Blesa, en la presentación del «Libro Blanco de las ACES Pediátricas», donde no ha querido descartar ni confirmar ninguna hipótesis sobre el incremento de casos, incluida la posible relación con los perros, y ha señalado que cuantos más diagnósticos e investigaciones haya, «más cerca estaremos de conocer la causa real».
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad del 29 de abril, desde enero se han investigado 22 casos de hepatitis infantil aguda de origen desconocido, 16 de ellos con edad igual o menor de 10 años y sin vínculo epidemiológico, mientras que solo 8 han sido confirmados, por lo que no es posible concluir que haya un aumento.
De los 22 casos cinco seguían hospitalizados y en 2 no se aportaban datos sobre el estado de los afectados, mientras que los demás niños y jóvenes fueron dados de alta.
En rueda de prensa, la AEP ha pedido que se mantenga la pediatría como una «especialidad troncal independiente» y que se reconozcan con un título específico sus 19 Áreas de Captación Específica (ACE) en el Real Decreto de Especialidades que «está apunto de salir».
Además, Blesa ha demandado que se revise el programa formativo MIR en Pediatría para incorporar estas áreas de captación, aproximándose al modelo europeo de 3 años de pediatría general y dos años de ACE.
Esta hepatitis produce ictericia, diarrea, vómitos y dolores abdominales. Algunos casos han causado insuficiencia hepática y han requerido trasplantes.