La Unidad Territorial de Playas (UTP) de la Policía Local de Sant Antoni, que se caracteriza entre otras cosas por utilizar bicicletas eléctricas para sus desplazamientos, ha interpuesto un total de 40 denuncias por venta ambulante sin autorización municipal desde su entrada en servicio el 1 de junio.
Del total de denuncias, 16 han sido por realizar venta ambulante de producto textil o publicidad dinámica, diez por venta de bebidas, nueve por realizar trenzas y cinco por venta de fruta.
Por otra parte, la unidad ha levantado 12 actas por infracciones de tráfico y cuatro por incumplimientos a la Ley 4/2015, de protección de la seguridad ciudadana, así como la identificación de 77 personas.
En el transcurso de sus tareas de vigilancia, este miércoles detectaron un varón sospechoso que se iba acercando a la zona de hamacas de la playa de s’Arenal.
Una vez allí se fue parando cerca de las bolsas de playa de personas que no se encontraban en esos momentos en la hamaca.
El sospechoso se hizo con una mochila y se dio a la fuga, momento en el que los agentes comenzaron a perseguirle. El hombre hizo caso omiso de las indicaciones de que se detuviera.
Los dos agentes consiguieron detenerlo tras la persecución. Comprobaron que en el interior de la mochila llevaba tres móviles, y otros objetos sustraídos.
El sospechoso, que se negó a identificarse, fue detenido y se realizaron las correspondientes diligencias por un delito de hurto con grado de tentativa.
La unidad, creada el año pasado, está formada por cuatro agentes que cubren la zona de costa de la localidad incluyendo todas sus playas, desde es Pouet hasta Cala Salada, así como los paseos marítimos, el Passeig de ses Fonts y las calles adyacentes del casco urbano. El horario del servicio es de 10 a 19 horas y se realiza mediante bicicletas eléctricas con el objetivo de aumentar la presencia policial e incentivar la proximidad para dar más seguridad a los residentes y visitantes. A través de esta unidad, también se hace uso de las motos de agua para acceder por mar a zonas como Cala Salada y Cala Saladeta y aumentar la efectividad del control de infracciones como la venta ambulante, explica el Ayuntamiento de Sant Antoni.