EFE / El Grupo de Intervención de Emergencias, Crisis y Catástrofes del Colegio Oficial de Psicología (COPIB) ha atendido en Baleares 127 casos relacionados con suicidios durante los últimos veinte meses y ha alertado del aumento alarmante entre los jóvenes, ha indicado este lunes el órgano colegial.
Por islas, Mallorca concentro el mayor número de activaciones del servicio por este motivo con 101, seguido de Ibiza, 18; Menorca siete y Formentera una.
El Colegio Oficial ha hecho públicos estos datos con ocasión del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra este martes con el lema “Yo también soy vulnerable”, y mediante el que se pretende visibilizar y concienciar a la población sobre la dimensión y los riesgos de este grave problema de salud pública.
Según los últimos datos publicados por el INE y registrados por el Observatorio del Suicidio balear, el suicidio es la primera causa de muerte no natural en las comunidad autónoma, con 103 casos en 2017, y ello queda reflejado en el índice de activación del servicio que ofrece el Colegio, por medio de un convenio de colaboración con la Dirección General de Emergencias de la Conselleria de Administraciones Públicas y Modernización del Govern.
Según el Colegio Oficial, un análisis detallado de los casos en los que el Grupo de Intervención de Emergencias, Crisis y Catástrofes ha sido activado en estos años revela que la tasa de suicidio es más elevada en los hombres que en las mujeres (83 y 44 casos respectivamente
Asimismo, y de acuerdo al Colegio, destaca el hecho de que la consumación de la ideación suicida también es tres veces superior en la población masculina, mientras que en la población femenina el número de tentativas supera al de suicidios consumados (27 tentativas frente a 16 suicidios consumados).
Respecto a la franja de edad con mayor incidencia suicidios, el 71% de las intervenciones realizadas (91 casos) estaban relacionadas con grupos de edades comprendidos entre los 18 y los 50 años, destaca el COPIB
También el COPIB ha destacado que aunque tradicionalmente las mayores tasas de suicidio se han registrado entre los varones de edad avanzada, las tasas entre adolescentes y jóvenes han experimentado un aumento alarmante en los últimos tiempos.
Ello lo confirman las intervenciones realizadas por el Grupo de Intervención de Emergencias, Crisis y Catástrofes (49 de las activaciones estaban relacionadas con personas menores y jóvenes de hasta 30 años).
De acuerdo al análisis del COPIB, en estos casos, el deseo de morir surge como respuesta a una crisis vital, sin necesidad de que exista un problema de salud mental de base contrariamente a lo que se puede pensar.
“Todos somos vulnerables, porque como seres humanos todos somos sensibles al sufrimiento psicológico”, ha destaco el colegio de psicólogos.
Ante estas cifras, los profesionales de la psicología han señalado que defienden la necesidad de colaborar y coordinar los recursos que existen para favorecer el desarrollo de políticas orientadas a la prevención de la conducta suicida en colectivos vulnerables, apostando por una mayor formación de los profesionales de la salud en la detección, manejo inicial de las personas con riesgo suicida y su derivación a los servicios especializados.
Asimismo, han insistido en la necesidad de mejorar la intervención en el ámbito sanitario, dotando de profesionales de la psicología al servicio de atención primaria para que puedan atender las necesidades inmediatas de las personas que puedan acudir buscando ayuda a ese nivel, y sobre todo trabajar en la sensibilización ciudadana, para erradicar tabús y destruir falsos mitos que existen entorno al suicidio.