@D.V: A pesar de que el grupo Orizonia ha anunciado que el próximo miércoles presenta un ERE, a pesar de que tienen prohibido vender más viajes, la actividad en la oficina que Orizonia tiene en Vila -Vibo Viajes, en la avenida de Isidor Macabich- es incesante. “Nuestro trabajo ahora es solventar marrones”, comenta una de las trabajadoras, cansada tras una jornada de duro trabajo.
A media tarde de lunes, cuando todavía se desconocía la decisión de echar el cierre de la empresa, venderla por partes y realizar un ERE, tanto los trabajadores como la directora de la oficina en Eivissa -todos ellos han pedido permanecer en el anonimato- ya intuían las malas noticias y se mostraban muy pesimistas respecto a su futuro: “Desde la central no nos han dicho nada pero esto tiene mala pinta”. La oficina se encuentra en la esquina de enfrente de la oficina del SOIB, lo cual es motivo de humor negro: “La semana que viene nos vemos ahí”.
Hasta que la oficina no eche el cierre, la máxima preocupación de sus responsables es solventar la papeleta a todos aquellos que les contrataron un viaje y que se han quedado con las vacaciones pendientes de un hilo. De momento aseguran que todo el mundo ha podido ser recolocado: “A costa de muchos dolores de cabeza, pero estamos consiguiendo que nadie se quede en tierra”.
Entre los afectados encontramos a un grupo de alumnos del colegio sa Real, en Vila que tenían contratado un paquete vacacional con la empresa . Es muy probable que los padres tengan que pagar un poco más de lo previsto si quieron encontrar una alternativa para que sus hijos puedan disfrutar del viaje.
Cuando se hayan reubicado a todos los clientes es muy probable que la actividad laboral de la oficina termine. El futuro se sabrá en pocos días pero las perspectivas no son halagüeñas.