EFE / Los representantes de los tripulantes de cabina de las bases europeas y norteafricanas de Ryanair se reúnen este martes y miércoles en Dublín para presentar una carta de demandas y estudiar la convocatoria de huelgas este verano, si la respuesta de la aerolínea irlandesa no es positiva.
Según CCU, la «cumbre» de Dublín es el «primer encuentro de este tipo» y su objetivo es obligar a Ryanair a que cumpla con los compromisos adquiridos el pasado diciembre, cuando anunció su intención de reconocer, por primera vez en sus 32 años de existencia, a los sindicatos independientes de sus trabajadores.
El CCU, afiliado a la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), mantendrá mañana reuniones a puerta cerrada y comunicará al día siguiente qué tipo de medidas de fuerza adoptará, si la aerolínea dirigida por Michael O’Leary no «responde a las demandas», explicó un portavoz en un comunicado.
Un error en la distribución de las vacaciones de sus pilotos y la falta de personal llevó a Ryanair a anunciar el pasado septiembre la cancelación de más de 20.000 vuelos hasta marzo de 2018.
Tres meses después, los pilotos volvieron a plantear una huelga al comienzo de las fiestas navideñas y obligaron a la aerolínea a dar un giro histórico en su política laboral, con un compromiso para reconocer a sus sindicatos independientes, incluidos los del personal de cabina.
Desde entonces, O’Leary ha iniciado conversaciones con sus pilotos y ha firmado acuerdos con asociaciones sindicales en diferentes países, como en el Reino Unido, si bien CCU mantiene que se han «logrado pocos avances» para mejorar las condiciones de las tripulaciones de cabina.
«Está claro que Ryanair tiene un largo camino por delante para demostrar que es un buen patrón. Si la compañía no empieza a negociar con los sindicatos de buena fe y acepta mejoras reales para los trabajadores de su red, se arriesga a hacer frente a un verano de huelgas», subrayó CCU.
El portavoz de este colectivo también afirmó que «es posible» que algunos grupos de pilotos y de personal de tierra se unan a los parones del personal de cabina, en un gesto de apoyo hacia su objetivo por lograr «un salario justo».
Ryanair guarda silencio
Ryanair, de momento, guarda silencio respecto a la «cumbre» de CCU en Dublín y recuerda que no hace comentarios sobre el estado de las negociaciones con sus trabajadores.
La aerolínea líder en Europa del sector de bajo coste tiene abierto otro frente desde principio de este año con las huelgas de los controladores aéreos franceses, que han provocado hasta la fecha cancelaciones de vuelos a más de 750.000 pasajeros.
Según ha declarado O’Leary, 2018 va en camino de convertirse en el año con más parones de los controladores, una situación que podría empeorar significativamente tras la reunión de CCU en la capital irlandesa.
El jefe de Ryanair ya pidió el pasado mes a la Comisión Europea (CE) y a los gobiernos comunitarios que tomen «medidas urgentes» para evitar el colapso este verano del control del tráfico aéreo en el continente ante la falta de personal y las huelgas.