@LauraFArambarri / La Cabalgata de Reyes de Ibiza no sería nada sin la participación, el trabajo y el esfuerzo de centenares de mujeres y niñas de Ibiza.
Y es que, sin las alumnas de las academias de baile, que conforman el 98 por ciento del séquito de los Reyes Magos y que son las que que dan vida y colorido al desfile, la cabalgata luciría muchísimo menos.
Las academias Centro de Danza, Davinia Van Praag, Pasion Dance, Acrobati-k o Club Gimnàstic Eivissa y Club Gimnasia Tanit, fueron, junto con los Reyes, las verdaderas protagonistas de la cabalgata. Unos clubes y academias de baile que, además, están dirigidos por mujeres también en su casi totalidad.
Basta mirar más allá de las carrozas para ver todo el despliegue que contribuye a que todo salga bien durante el recorrido: desde la Policía Local y Nacional a Protección Civil de Ibiza, pasando por la Asociación de Voluntarios. Muchísimas personas que han hecho un gran trabajo, además de empresas privadas como Trasmapi que llevaron a los Reyes Magos al puerto en barco, uno de los momentos más bonitos de la noche.
…Y las sombras
Entre los aspectos mejorables, está, sin duda, el que las carrozas estén tiradas por tractores que emiten un humo contaminante y pestilente. No se trata de volver a los camellos ni a los caballos, pero alguna solución habrá a medio camino.
Muchos padres y madres comentaban que es una pena que ya no se vea en la cabalgata el tradicional trenecito cargado de regalos, que cerraba la comitiva. En lugar de concluir la cabalgata con ese guiño a los presentes que se van a entregar por la noche, lo que ven los niños son unos camiones de Valoriza aspirando los envolotorios de los caramelos de manera frenética. Esto último es muy necesario porque la ciudad se queda hecha un asco gracias al incivismo de muchos, siento decirlo, que tiran los envolotorios al suelo. Pero tal vez no era necesario que lo hicieran pisando los talones a los Reyes, como si todo aquello hubiese sido una gran molestia para la ciudad.
El acto final bajo el árbol de Vara de Rey fue triste y desangelado. Los Reyes Magos cumplieron con creces saludando casi uno a uno a todos los niños y niñas que les esperaban, pero el discurso sobre la tribuna y la puesta en escena fue fría, sin vida alguna.
El trabajo del artesano Daniel Paz y sus ayudantes a la hora de decorar las carrozas con diferentes temáticas fue, como cada año, estupendo, lo que no quita que tal vez la temática de Patrimonio de la Humanidad fuese del todo poco navideña, teniendo en cuenta, además, que se trata de un espectáculo que se dirige a un público infantil.