El cantante Daniel Carbonell, conocido como Macaco, es uno de los platos fuertes de las fiestas de Sant Jaume de Formentera. Después de haber tocado de forma improvisada en plazas o bares, Macaco ofrece el día 24 de julio su primer «concierto oficial» en la isla. Asegura sentir «mucha ilusión» por esta oportunidad, pues para él Formentera es «muy especial» y «muy inspiradora». La cita será a las 22.30 horas en la plaza de la Constitució de Sant Francesc, donde el público podrá disfrutar de un concierto «muy dinámico» donde el artista interpretará canciones de todo su repertorio. «Son fiestas», resalta y apunta que harán «bailar, cantar y corear» a la gente.
Llega a Formentera para presentar ‘Vuélame el corazón’. ¿Cómo es este nuevo trabajo? ¿Es diferente de lo que había hecho hasta el momento?
Es un disco conceptual, bastante nada que ver. Va sobre las relaciones en el amor, no sobre el amor. Hay una serie de sensaciones, de sentimientos, de reflexiones, por los que todos y todas podemos haber transitado alguna vez en alguna relación desde una ruptura, el subidón de cuando conoces a alguien, el amor consciente. Por ejemplo, ‘Quiéreme bien’, que la canto con el amigo Leiva, intenta romper los tópicos esos de las medias naranjas, que nacemos enteras, que decía (John) Lennon.
¿Por qué eligió este tema para su último trabajo?
Durante la pandemia estuve escribiendo muchísimo. Se cortaron todas las giras, lo cual fue un golpe fuerte porque, de repente, para mí que soy un músico muy de directo y llevo toda la vida en la carretera, era un poco como quedarme sin respirar. Pero también me gusta muchísimo la composición y fue un momento introspectivo, de componer, de probar. Nacieron un montón de canciones (también escribí una historia que será una película y que ahora es un cuento) de un montón de temáticas y al final apareció la idea de este disco conceptual y dije: ‘Venga, vamos a ir a por aquí’. Por hacer algo así, diferente, porque me gusta probar.
Luego, para este invierno, sacaré como la cara B de este disco que se llamará ‘El otro lado del corazón’. Haré otra gira de teatros (ya hice una este invierno para presentar este disco, luego la gira de América y ahora estoy de gira por todo el país por festivales), volveré a América y después lanzaré una canción con un ritmo muy up para cerrar el ciclo de esta temática. Y luego haré algo que no tenga nada que ver, para contrastar, que es la gracia de la música: ir buscando diferencias y diferentes juegos.
Ha contado con la colaboración de numerosos artistas, con los que ha compartido sus canciones. Cuando uno prepara un trabajo así, ¿escribe y compone pensando ya en quién quiere que le acompañe?
No, no fue así, fue algo que decidí al final. Había grabado y compuesto todo el disco con mi voz y en el último momento dije: «O todo o nada». Yo toda la vida he hecho esto de construir puentes con artistas de diferentes estilos, de diferentes países. Y en este disco, un poco por el concepto ya que iba sobre las relaciones, pensé que podía amplificar la idea, la propuesta, el mensaje, haciéndolo con otros artistas. Me volví un poco loco porque fue un trabajo, una locura, pero me pareció divertido. Ahora creo que no voy a hacer colaboraciones en mucho tiempo [ríe].
¿Qué le aporta contar con este tipo de colaboraciones?
Es divertido, es tener otra perspectiva, es compartir, es encontrar otras texturas, es revisitar esa composición que has hecho. Se ganan unas cosas y se pierden otras. Cuando compones una canción la interpretas a tu manera y cuando la rehaces con otro artista a veces tienes que cambiar tonalidades, tienes que mover cosas. Pero de repente aparece algo más especial y dices: ‘Guau, nunca hubiera pensado en esa segunda voz o en esos ambientes’.
Como decía, ha estado de gira primero en teatros, luego en Latinoamérica y ahora de nuevo en España. ¿Cómo ha sido la acogida que está teniendo ‘Vuélame el corazón’?
Pues muy buena. Pero no es solamente este disco, yo creo que hay una trayectoria con muchas canciones que la gente ha hecho suyas. Por ejemplo, en América también toco temas de todos los discos. Ahora hacía un montón que no iba, por todo lo de la pandemia, y fue una locura: hice un mes y diez días, ocho países, 27 aviones. Una auténtica locura y los conciertos fueron increíbles. Fue súper especial, la verdad, tengo allí un público súper bonito. Yo he crecido mucho con este boca-oído, las recomendaciones, lo que llamamos ahora viralidad, que al final es una recomendación.
En el concierto de Formentera, cantará sus nuevas canciones pero, la gente que espera escuchar esas otras más emblemáticas, ¿saldrá contenta?
Sí. Haremos bailar a la gente, cantar, corear. Me gusta jugar mucho con los dinámicos en los conciertos. En las expresiones artísticas, a mí personalmente no me gustan las cosas planas. Si estás todo el rato arriba llega un momento que dices: «¿Dónde voy?». Hay que volver a bajar para volver a subir. A mí me gusta mucho eso, emisor-receptor, interactuar, que pasen cosas, y más en un concierto de fiestas, como es allí, que no es un teatro. Según el contexto, el lugar, hago un concierto u otro.
¿Tiene ganas de tocar aquí en Formentera?
Me hace mucha ilusión porque yo he ido desde hace muchísimos años a Formentera. Allí he tocado en plazas, en baretos. Siempre que voy y me puedo escapar, toco con amigos en cualquier lado. Y de repente nos llamaron y dije: ‘Sí, sí, en Formentera sí, sí’.
Porque conciertos como tal no ha hecho aquí antes, ¿verdad?
Es lo que te digo, siempre he tocado pero de manera improvisada. De repente en una plaza, nos juntábamos con las guitarras y te ponías a tocar; o tocaban unos amigos en un bareto y yo subo y me pongo a improvisar con ellos. Todo eso lo he hecho toda la vida y lo seguiré haciendo porque me encanta, pero nunca había habido un concierto oficial, así que estoy súper feliz de hacer un concierto en Formentera, que es una isla que amo.
¿Qué le une a la isla?
Casualmente empecé a ir por padres de amigos míos cuando tenía unos 13 años y flipé: «¿Pero qué es esto, qué es este agua?». Me encanta la naturaleza, soy muy fan, supongo que por eso también soy activista, soy muy fan del mar, de la montaña. Y Formentera es muy especial, es tan pequeña y tan grande. Yo conozco rincones que incluso en agosto vas y no hay nadie, encuentras calitas y playas que dices: «Qué bien se está aquí». Tiene una esencia y una energía muy especial. Yo a veces siento como si estuviera navegando en un barco, cuando estoy en Formentera. Me encanta subir a la Mola, irme a algún barecito por ahí, hay unas vistas que me alucinan… No sé, hay muchas cosas en Formentera que me atraen. Luego, tengo algún amigo que vive ahí, gente que lleva años yendo a hacer la temporada, también. Es una isla súper especial, única, para mí. Es muy Julio Verne, muy inspiradora; yo he escrito muchas cosas allí en Formentera. Me mueve, me mueve un montón.
¿Cómo espera encontrarse al público? ¿Cómo cree que le recibirán?
Yo me considero un privilegiado. Esta semana me voy a Castilla, luego al Brisa Festival de Málaga, que son conciertos muy grandes, para 40.000 o 50.000 personas. Pero a mí me gusta tocar en todo tipo de conciertos. En los festivales el público que viene es más de 20-30 (años) y si son fiestas, viene gente de todas las edades y también flipa. Vienen chavales, niños, gente de todas las edades, y la verdad es que se crea una cosa como muy especial. Yo siempre salgo a un escenario a dar y a compartir y, según el contexto, hago un repertorio u otro. Y siendo allí fiestas voy a hacer algo muy dinámico para que la gente baile, cante, coree. Pasarán un montón de cosas.
¿Aprovechará el concierto para pasar unos días en la isla o la gira se lo impide?
Me voy a quedar, dos o tres días me quedo. Luego tengo otro concierto no sé donde, voy a estar todo el verano a tope. Pero creo que sí, que me han podido guardar ahí un par o tres de días. Es una gozada, voy a estar como un pez en el agua.
Después de más de 20 años de trayectoria, ¿qué queda de aquel músico que tocaba en la calle?
Pues yo creo que la ilusión es la misma. Tengo muchísimas más responsabilidades, en los conciertos grandes voy con un equipo de mucha gente, tengo promociones, la discográfica, los viajes, pero la ilusión es siempre la misma. Yo me subo a un escenario y soy como un niño pequeño, pierdo un poco la conciencia y disfruto e intento ir a la esencia. Cuando estoy componiendo, estos días, por ejemplo, viajando voy grabando notas de voz; tengo esta idea y la envío. Y esa notita de voz que probablemente luego será una canción es el motor para hacer todo. Es la máxima ilusión y esto sigue intacto.