Juan F. Ballesteros / Pocos saben que dos de los premiados del más prestigioso concurso de poesía en lengua castellana, el Loewe, son escritores de Ibiza.
Quizás tampoco que una de las más prestigiosas universidades de Estados Unidos cuenta en su aula de composición musical con otro ibicenco como profesor o que una nativa violinista realiza conciertos por los cinco continentes.
Tampoco debe ser muy común conocer que existe una productora de música clásica, ópera y jazz que ha empleado a más de doscientos músicos y cantantes durante los últimos tres años.
Que existe un importante festival de cine en cuya alfombra roja han depositado sus divinos pies las estrellas nacionales del séptimo arte o que el traductor de la trilogía nórdica de novela negra por excelencia tenga en la isla sus raíces.
He citado solo alguno de los muchos ejemplos del crisol artístico que, como buen puerto del Mediterráneo, ha dado la isla de Ibiza.
No obstante, no parece posible que las noticias que desde Ibiza se exportan (o se toman) sean otras que los lugares comunes de los sonidos de impacto mediático, el postureo, excesos o el precio (que no el lujo).
No obstante, no parece posible que las noticias que desde Ibiza se exportan (o se toman) sean otras que los lugares comunes de los sonidos de impacto mediático, el postureo, excesos o el precio (que no el lujo).
La marca Ibiza acaso dependa de lo que desde aquí (de los que son o de los que estamos) seamos capaces de exportar y, por descontado, del esfuerzo de los de afuera en adquirir un conocimiento amplio, sin prejuicios, sin vendas en los ojos, de la idiosincrasia de este pequeño y maravilloso rincón del mundo.
La responsabilidad, siempre lo he dicho, va de dentro a afuera y quizás (más por parte de los que son que de los que estamos) se deba hacer un esfuerzo mayor por ofrecer una imagen más equilibrada y, por tanto, justa de isla.
La marca Ibiza debiera volver a pertenecer a quienes la viven con sus luces y sus sombras. Quienes la conocen de lunes a domingo y de enero a diciembre. Quienes crean y conocen frente a los que usan y desaparecen.
No se puede conocer a alguien (persona o lugar) sin transitar un buen trecho de su vida (Chomsky dixit).
Juan F. Ballesteros es músico y escritor