Con motivo de la aprobación de la liquidación del presupuesto 2021 del Ayuntamiento de Ibiza, el portavoz del PP, José Vicente Marí Bosó, ha denunciado esta mañana que, «al igual que el año pasado, en plena crisis, el consistorio ha acabado el año ganando dinero e incrementando el remanente. Es una vergüenza. Lo peor de todo es que se ha duplicado el remanente municipal, que ha pasado de 20 a 41 millones (de 31/12/2018 a 31/12/21). Esto da la medida de la incompetencia del alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, que, en años de plena pandemia y grave crisis económica, envía dinero al banco porque no sabe ni gastar», ha criticado, con crudeza, el líder de la oposición».
«Con Ruiz como alcalde y Aitor Morrás como teniente de alcalde, los bancos tienen un chollo, y los vecinos de Vila, un problema, puesto que al final son quienes tienen que sufrir y pagar su inoperancia. En estos años marcados por la pandemia, con necesidades acuciantes en la ciudad, tanto para las familias como para los sectores productivos, lo único que ha hecho el Ayuntamiento de Ibiza ha sido duplicar el remanente, es decir, enviar más dinero a los bancos, que son los únicos que no han salido perjudicados de las decisiones adoptadas por el tándem formado por Ruiz y Morrás”.
El portavoz del PP no da crédito a la gestión económica llevada a cabo por PSOE y Podemos en el consistorio de Vila, y lo argumenta del siguiente modo: “Del presupuesto de 2021, resulta que el ayuntamiento presidido por Rafa Ruiz ha ingresado 17 millones de euros más de los que se ha sabido gastar. Esta cantidad supone una barbaridad -prosigue-,sobre todo teniendo en cuenta el infierno fiscal al que somete a los ciudadanos. Podría gastar más, si supiera, y además podría bajar los impuestos a los vecinos, como ya hemos propuesto en diversas ocasiones, pero su sectarismo le impide aliviar el infierno fiscal al que somete a los ciudadanos”.
Servicios Sociales
“Ruiz y su incompetencia son un perjuicio para los ciudadanos de Vila, para los más necesitados y para las rentas medias y bajas de la ciudad, que ven cómo en plena pandemia y crisis económica, a la concejal de Servicios Sociales, Carmen Boned, le recortan año tras año el presupuesto en Servicios Sociales (2 millones en 2 años). Esta incapacidad y falta de trabajo contrasta con la habitual soberbia de la concejal, que en 2021 dejó de ejecutar 2,3 millones de euros. Es una vergüenza, muchos discursos progresistas sobre la gente, pero la realidad re resumen en recortes en los servicios sociales que pierden por el hecho no saber gastar un tercio del presupuesto asignado cada año”.
Las fantasías de inversión
“Todos los titulares, todo el humo y las fantasías que Ruiz nos cuenta durante el año, vienen a morir cuando se aprueba la liquidación del presupuesto y se descubre de verdad qué ha pasado. Ahí queda desnuda y a la vista la mala gestión de Ruiz y sus concejales, que anualmente solo son capaces de ejecutar alrededor del 33% del presupuesto de inversiones y, este ejercicio 2021, solo el 22% de las fantasías de inversión presupuestadas. Es un gran problema que nos hagan perder el tiempo y la financiación de esta manera en materia de inversiones. Podríamos estar invirtiendo al ritmo de 12 millones de euros anuales y en cambio el equipo de Gobierno solo es capaz de invertir 5,5 millones de euros”.
“Lo peor es que la soberbia de Ruiz y Elena López (teniente de alcalde) los lleva a desdeñar cualquier oferta de pacto de inversión que les hacemos, como el que ofrecimos en 2020, basado en la inversión y modernización de Vila a siete 7 años, elaborado juntamente con los agentes sociales y los colectivos profesionales de la ciudad, lo que permitiría establecer y planificar las inversiones necesarias para la modernización de la ciudad, además de su financiación y ejecución. Ruiz no quiso y sus resultados son muy pobres”.
Un cambio de modelo
Finalmente, Marí Bosó se ha referido a las propuestas y alternativas a los recortes: “Seguiremos proponiendo una bajada de impuestos que ayude a los vecinos, autónomos, empresarios y trabajadores en esta gravísima situación; un plan de inversión que se dirija de verdad a reactivar la economía del municipio; y una política seria y rigurosa de aplicación de los ahorros municipales dirigida a mejorar la atención social, a incrementar las plazas públicas en centros de educación infantil, a dinamizar nuestra actividad comercial y económica para salir con rapidez de esta crisis y volver a situar nuestro municipio como la punta de lanza para mantener y crear más y mejor empleo”.