La activista anarcofeminista María Galindo (La Paz, Bolivia, 1964) impartió este lunes una charla en el Centro de Cultura Can Jeroni, en Sant Josep, bajo el título: «Bastardismo y despatriarcalización: dos ejes de fuga para la construcción de nuevos horizontes de creación, subversión y transformación», en el marco del Territori Festival. Su intervención, que comenzó algo después de las 20.30 horas, fue una llamada a la revolución para acabar con lo que llama «orden mundial colonial y patriarcal».
Galindo, que es también escritora, comunicadora y miembro del colectivo ‘Mujeres Creando’, aseguró estar harta de que los movimientos sociales de esta parte del mundo se limiten a «pedir derechos» que no son más que «pequeñas migajas y limosna». En esta línea, abogó por imaginar utopías, por crear un mundo sin jerarquías ni colonialismo, para lo que «es necesario pensarlo todo fuera del marco del Estado nación». La clave para la invitada a Territori es idear este nuevo sistema desde la misma sociedad y desde las alianzas políticas que se constituyan en ella: «No quiero dedicarme a reivindicar nada ante los estados, me parece una pérdida de tiempo y un engaño a las nuevas generaciones», dijo ayer ante un auditorio medio lleno pero entusiasmado en sus aplausos, que interrumpieron la charla en un par de ocasiones.
Al poco tiempo de comenzar, Galindo dejó bien claro que no se siente identificada con la palabra ‘artista’, por lo que aseguró que en un espacio de arte como Territori Festival, le gusta reivindicarse como una «intrusa»: «No quiero formar parte del ‘sistema arte'», dijo en referencia al conglomerado de «museos, ministerios de cultura, escuelas, críticos de arte», etc. La activista se niega a ser una parte más de todo este engranaje.
Justificó su presencia en Ibiza augurando que «el próximo mayo del 68 no será en París»: «¿Dónde creen que será la próxima revolución? ¿En Nueva York? Hacer estas cosas fuera de los circuitos metropolitanos me parece muy fecundo. Y por eso estoy hoy aquí».
Su crítica a la idea de Estado nación fue uno de los pilares de su charla en Can Jeroni. Indicó que son el caldo de cultivo de los fascismos. De hecho, le preguntó al público: «¿Dónde no ven ustedes al fascismo?». Se refirió a un «orden colonial mundial supraestatal» en el que el pueblo «no decide nada» y los gobiernos nacionales no son más que «meros administradores que sirven para ejercer la represión y ser aparatos burocráticos».
En este sentido, sostuvo que «la pandemia ha demostrado que no vivimos en sociedades democráticas»: «Tampoco ustedes», añadió Galindo, señalando al público y refiriéndose a los europeos.
Por otro lado, Galindo, hablando del concepto de ‘despatriarcalización’, cargó contra la propuesta de «feminizar el poder», una expresión a menudo utilizada por algunos feminismos en Europa: «A eso han llegado las instituciones liberales, a pedir que se feminicen las estructuras. Pues bien, frente a esta lógica, nosotras queremos salir del discurso de demanda y de diálogo con el Estado como único interlocutor, queremos pasar a dialogar con la sociedad y a construir alianzas políticas en sociedad para cambiar dichas estructuras».
La oradora también expresó, en relación con la crisis del covid-19, que la pandemia «ha sido un filtro para mirar el mundo»: «Se han evidenciado y aclarado muchas cosas. La pandemia ha modificado y está modificando las estructuras sociales de una manera radical en todo el mundo. Querer continuar con el mismo sistema como si nada es un acto neurótico y yo no quiero ser cómplice».
Asimismo, la escritora defendió que «las categorías con las que entendíamos el mundo» ya no son válidas ni suficientes: derecha, izquierda, seguridad, democracia, fascismo, …
Bastardismo: dejar de ser de España
En alusión al término bastardismo, Galindo animó a los miembros del público a «dejar de ser de España» o de cualquier otra nación para pasar a ser «del río de tu pueblo» o el árbol de al lado de casa. «Llamo a la desobediencia, a abandonar la identidad nacional como línea fundamental para repensar mi relación con el territorio». «En el bastardismo no hay migrantes y no migrantes», añadió.
Durante su intervención, sobre el escenario se proyectaban diferentes imágenes sin sonido de algunas protestas en las que ha participado María Galindo, que también conversó con el público, que pudo hacer preguntas al final del evento.