@C. Vidal / Marina Ribas Torres no ha sido cocinera antes que fraile, ni falta que le hace. La joven ibicenca es licenciada en educación infantil y reconoce que nunca se le ha pasado por la cabeza dedicarse profesionalmente ni a la cocina ni al periodismo. Sin embargo, Marina escribe desde hace años un blog de cocina de éxito (Xocolata Desfeta) y, desde hace bien poco, publica Gastropitiüses, una revista digital gratuita dedicada a la cocina tradicional ibicenca.
«Siempre he tenido mucho interés por la tradición y la cultura gastronómica de las Pitiüses. Ya tenía el blog Xocolata Desfeta, pero me pareció una buena idea sacar una revista de este tipo, que es algo que no se había hecho nunca. Sí es cierto que hay libros que recopilan recetas tradicionales, como los publicados por José María Piña, junto a Vicent Marí, y por Joan Castelló. Pero son libros escritos en los años 90 y había que actualizar su contenido, sobre todo ahora que la cocina tradicional y la cultura ibicenca vuelven a ponerse de moda», asegura la autora.
El primer número de Gastropitiüses salió publicado hace apenas dos semanas y Marina ya está cocinando la que será la publicación del próximo mes, que saldrá en la última semana de noviembre. «En el número inaugural me fui a Formentera y conocí a un pescador, Jaume, que me habló de la pesca tradicional. También visité la Fira del Bestiar y el Tapaví y hablé de los productos de temporada. En el segundo número, y ya que se acerca la Navidad, hablaré de las recetas tradicionales de la época», afirma.
Entre esas recetas es inevitable hablar de la Salsa de Nadal, que en cada sitio se hace de una forma distinta. «Hay mucha controversia en las recetas tradicionales. Por ejemplo, en el primer número, alguien me escribió para decirme que la misma receta la hacía de una forma completamente diferente. Pasa lo mismo con la Salsa de Nadal. Algunos usan miel en vez de agua, por ejemplo, y la forma de hacerla no sólo difiere entre un pueblo y otro, sino casi entre cada casa. Por eso yo intento hacer la receta estándar, para así evitar meterme en líos», reconoce la bloguera.
Por amor a la cocina
Lo que sí es cierto es que sacar ella sola una revista de gastronomía requiere mucho tiempo y dedicación. «He podido sacar adelante este proyecto porque ahora mismo estoy en paro y tengo tiempo libre. Pero sí es verdad que me ocupa mucho tiempo, planificando los temas, haciendo las recetas, sacando fotografías, etc. Tampoco es algo que me dé beneficios. Quizá en un futuro pueda ganar algo con la revista, pero por el momento lo hago por amor al arte, y a la cocina», comenta.
Su pasión por la gastronomía llegó de forma casi accidental. «Hace apenas cuatro o cinco años apenas había entrado en la cocina. Fue entonces cuando empecé a preguntar a mi abuela y a recopilar recetas y me puse con el blog Xocolata Desfeta. Lo que me gusta realmente es investigar y escribir sobre cocina. También disfruto mucho haciendo las recetas. Pero eso es todo. Nunca me he planteado ser cocinera ni nada parecido», dice.
Su plan es seguir con la revista por lo menos durante «un año, como mínimo». «Al principio dudaba si realmente había tantas cosas que contar sobre la cocina tradicional pitiusa. Sin embargo, me ha sorprendido darme cuenta que hay muchos temas que me dejaba en el tintero en la revista y que sí da para mucho que hablar. Por eso, además de la publicación digital, está la web de Gastropitiüses, donde puedo ampliar más los temas», asegura.
Por el momento, el primer número de noviembre ha tenido una buena aceptación. «Ahora mismo tiene unas 1.000 lecturas y 3.000 personas han visitado la web. Espero que poco a poco se dé a conocer la revista y que el número de visitas siga creciendo», añade Marina.