EFE / El censo anual de aves acuáticas y limícolas, que se lleva a cabo en Baleares a principios de año, ha contabilizado 26.381 aves de 67 especies distintas pasando el invierno en los humedales de las islas.
En Ibiza, el Parque Natural de ses Salines acogió a unas 870 ejemplares y el Estany Pudent de Formentera a 315. En total, unas 1.185 aves acuáticas en las Pitiusas.
El censo, que se enmarca dentro del «International Waterbird Census» que coordina Wetlands International (www.wetlands.org), se llevado a cabo en enero y ha arrojado un número similar al obtenido en los últimos años, ha informado la organización ecologista GOB en un comunicado. El censo del año pasado halló 25.179 aves de 68 especies.
El recuento de ejemplares se hace sobre anátidos, garzas y aves limícolas, así como otras especies que viven en las zonas húmedas, como estérnidos, algunas rapaces y algunas especies de gaviotas.
Por islas, en Mallorca se han visitado 39 zonas, 15 en Menorca y 17 en las Pitiusas.
La zona con mayor número de ejemplares ha sido la Albufera de Mallorca, con más de 10.000 ejemplares, casi un 40 % del total de Baleares, y 52 especies distintas, que representan casi el 80% de las especies avistadas en todo el archipiélago.
En Mallorca destacan también s’Albufereta, en Pollença, con 2.007 ejemplares y el Salobrar de Campos con 1.569.
En Menorca destaca la Albufera de Es Grau, con 633 aves censadas, menos de la mitad del año pasado.
Como es habitual, las especies más abundantes han sido el ánade real (Anas platyrhynchos), la garcilla bueyera (Bubulcus ibis), la cuchara común o cucharón (Spatula clypeata) y la focha común (Fulica atra).
Las lluvias de noviembre han mantenido un buen nivel de agua que ha favorecido una buena presencia de diferentes especies de ánades. Destaca el número de flamencos (Phoenicopterurs roseus) invernantes, que ha superado los 1.400 ejemplares presentes en todas las islas; y también los ejemplares de ibis negro (Plegadis falcinellus) que han ido aumentando su número, de un solo ejemplar en 2018 hasta a 42 este año, todos en Mallorca.
El GOB también destaca 17 ejemplares de cerceta pardilla o «rosseta» (Marmaronetta angustrirostris) presentes en s’Albufera de Mallorca, especie amenazada globalmente.
Únicamente se ha contabilizado un porrón pardo (Aythya nyroca) ánade que también está en peligro, y que en los últimos años había aumentado su número hasta los 15 contabilizados el año pasado.
Los recuentos se han podido realizar gracias a la partición de más de un centenar de voluntarios, con la coordinación del GOB en Mallorca, SOM en Menorca, GEN-GOB en Pitiusas y la Conselleria de Medio Ambiente y ha contado con la colaboración de la Agencia de Reserva de Biosfera en Menorca.
El censo se realiza en muchos países del mundo desde hace unos 50 años. Estas series prolongadas en el tiempo permiten saber cuál es la evolución de la fauna en los humedales y, por tanto, en qué estado se encuentran estas zonas en Baleares.