Una Navidad más, celebrando el día de Sant Esteve, el Club Ibiza Patina ha preparado su habitual salida familiar por el paseo marítimo de Sant Antoni de Portmany. Se trata del PatiNadal, que lleva celebrándose desde hace siete años. Una cincuentena de jóvenes patinadores, acompañados de padres, madres y monitores, han aprovechado esta soleada mañana de diciembre para compartir un agradable momento sobre ruedas.
Sin embargo, el recorrido ha sabido a poco después de que la organización se haya visto obligada a recortarlo a la mitad para evitar que el paseo se internara en la propiedad de Autoridad Portuaria de Baleares. Sorprendentemente, con la excusa de que se trataba de un evento organizado, Autoridad Portuaria informó al club de su intención de cobrar tasas por el uso de parte del paseo marítimo, «ignorando que no se trata de un acto con ánimo de lucro, sino un simple encuentro familiar organizado para los niños y niñas de la isla, y que el uso se iba a limitar a un tránsito puntual por su demarcación».
En la medida de lo posible y con la ayuda del ayuntamiento de Sant Antoni de Portmany, el club Ibiza Patina ha intentado solventar las trabas impuestas por Autoridad Portuaria y, para evitar la cancelación del evento, ha decidido cambiar la ubicación del punto de salida –desde la plaza del Ayuntamiento al parque de Sa Punta des Molí- y reducir la distancia original.
Con todo, los niños y niñas junto a sus familias han podido gozar del PatiNadal, una salida sobre patines que tiene como uno de sus objetivos fomentar el deporte en la isla. Las dificultades que a día de hoy encuentra el patinaje son cada vez mayores, tanto por la carga burocrática como por la desidia de las administraciones, señalan los organizadores, que recuerdan que los patinadores son considerados oficialmente peatones y, por tanto, «se necesitan espacios seguros que propicien esta práctica deportiva».