(EFE).- Gerard Villalonga ha sido ordenado este sábado en la catedral de Ciutadella obispo de Menorca, convirtiéndose en el segundo sacerdote nacido en la isla que ejerce esta responsabilidad.
Villalonga ha tomado posesión en una ceremonia a la que han asistido alrededor de 800 personas y que ha contado con la presencia de la presidenta del Consell de Menorca, Susana Mora, el conseller de Cultura del Govern, Miquel Company, y los alcaldes de los ocho municipios de la isla.
Una veintena de obispos y sesenta sacerdotes han formado parte de la ordenación como obispo de Villalonga, entre ellos el arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella.
Los actos se han iniciado en el palacio episcopal, con el juramento de fidelidad y el nuevo obispo se ha trasladado posteriormente a la catedral acompañado por el arzobispo de Valencia, Enrique Benavent y del obispo de Solsona, Francesc Conesa.
En la puerta de la catedral, el canónigo Bosco Faner la ha ofrecido la reliquia de la Vera Cruz para besarla, y la ceremonia ha continuado con la imposición de manos de todos los obispos y la lectura de las letras apostólicas.